Muchos blogs recomiendan libros y películas. Uniéndome a la masa bloguera, lo primero ya lo recomendé. Lo segundo: aquí tenéis. Vaya por delante que presupongo que, como yo, no hacéis asco a ningún género cinematográfico y carecéis de prejuicios.
En primer lugar os presento la saga Sharknado. Seis películas en las que miles de tiburones de tamaño y voracidad diversa son absorbidos fuera del océano —con agua incluida— por tornados gigantes. Desde la primera parte hasta la sexta, los tornados van campando a sus anchas por toda la geografía terrestre, anegando a su paso lugares como California, Nueva York, Las Vegas, Tokio, Egipto... mientras que los escualos van desmembrando a troche y moche a todo «desgraciao» que se cruza en su camino. Y así hasta acabar en el Espacio. Sí, tíos: el Espacio.
Si has superado el visionado de tal despropósito y no sientes la necesidad de cortarte las venas, matar a alguien, recluirte en un monasterio, o pasar el resto de tus días corneándote contra paredes acolchadas, es que estás como una puta cabra. Pero también estás preparado para ver producciones de alta caspa y «bizarrismo» tales como: Ninja Terminator, El ataque del pene mutante del espacio, Lavalántula, Mosquitoman, El vengador tóxico (tetralogía), Pirañaconda, La galleta asesina, Vagina dentata, Hijomoto 2: El ataque de las hordas sodomitas, La venganza de Pinocho, Basket Case (trilogía), Los zombis paletos, El hombre excedente interplanetario y las mujeres amazonas del espacio exterior, La isla de los pigmeos sangrientos y Mega Shark Versus Crocosaurus.
Podría continuar hasta sumir al mundo en la locura, pero bastante ido de la pelota está ya y tampoco es plan. Además, si tenéis huevos a ver las pelis de toda la lista, no solo estáis más jodidos que yo, sino que me tenéis que explicar cómo coño lo habéis hecho.