Muerte ha sido testigo del primer origen sin que lo advirtamos. Nos ha visto nacer y nos ha concedido una vida de ventaja antes de venir a buscarnos. Sus cuencas sin fondo han presenciado, imperturbables, cada segundo insignificante de nuestra existencia.
Algunas veces Suerte ha negociado con ella y nos ha permitido un tiempo extra, y otras ha accedido a reescribir nuestro guion después de pactar con Destino. A ella no le importa posponer lo inevitable, porque no tiene prisa y todo final acaba llegando.
Qué sucederá el día que Muerte carezca de propósito porque no quede nada ni nadie. Quizá espere a que Vida, de algún modo, se abra paso de nuevo para restablecer el ciclo. Como siempre ha sido, como viene siendo, y como siempre será.
Parece un texto de Sandman, con los Eternos jugando con los humanos como si fueran marionetas
ResponderEliminarNo llegué a leer el cómic pero sí vi la película. Y recuerdo que la ponían a parir. De los Eternos no creo, pero de la vida y la muerte sí que somos marionetas.:)
Eliminar