Otro día más, frío y crudo, en un mundo joven en el que la vida es una lucha constante por la dominación y la supervivencia. Otra veneración a Ares donde no hay cabida para los débiles. En un entorno despiadado e implacable, solo los fuertes sobreviven sin más autoridad que la fuerza bruta.
El sol recién nacido refulge en la punta de millares de lanzas. Manos en tensión tironean de las riendas de monturas inquietas. Las espadas tienen sed y hambre. Los combatientes se escrutan con instinto predador, y respiraciones de odio gélido se unen al silencio que precede a la barbarie.
En un momento las gargantas se liberan, y cargan unos contra otros con la ferocidad del lobo. Cae la noche y la gran extensión de tierra queda sembrada de mutilación y sangre. Las criaturas carroñeras se dan un atracón con la matanza, y otro episodio de horror queda escrito en la historia infame de los hombres.
Los que siempre salen ganando son los carroñeros: el mayor beneficio con el mínimo esfuerzo,
ResponderEliminarAl leerte pensaba que podría ser un texto sobre la antigüedad, uno futurista o incluso un documental de La 2. Y tal vez sólo haya que asomarse a los informativos para reconocer esa realidad.
Besos
Hola, Alís. Creo que podrías encajar la entrada en cualquier época de la humanidad. Solo han cambiado las armas.
EliminarHola, Cabrónidas.
ResponderEliminarSomos cíclicos, no importa cuantas veces se repita la historia, que nunca, pero nunca aprenderemos. Al final los de abajo somos simples peones que dejamos que nos muevan como piezas en una partida que sabemos desde el inicio que vamos a perder.
Abrazo!
La historia de nuestra raza no hace más que demostrarlo. Nunca sabremos cuál será la última guerra. Si es que la hay.:)
EliminarAyer, hoy y siempre. Es la lucha por dominar y sobrevivir. Muy bueno Cabronidas.
ResponderEliminarmariarosa
Hola, mariarosa. No parece vislumbrarse un final agradable. Genial que te haya gustado.:)
EliminarY así hasta el fin de los tiempos. Amén.
ResponderEliminarLeyendo las primeras líneas, me acordé de la canción "Nuevo despertar" de Área 62. Hubo un tiempo en que era mi oración antes de salir de la casa.
Va un abrazo, Cabrónidas.
No he escuchado mucho de Área 62, pero utilicé una de sus canciones más celebradas en la entrada número 139. Una gran canción.:)
EliminarOstras, pues a mí el texto me transporta a otro terreno y me insinúa otros mensajes....pero ya sabes que no estoy muy bien del cascabullo, jejeje...
ResponderEliminarJaja, me imagino que al leer "instinto predador" y "la ferocidad del lobo".
EliminarNo paramos de tener días de esos. Parece que la humanidad los necesita para seguir adelante... o para ir hacia atrás. Esto aún tengo que verlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vamos hacia alguna parte, eso seguro. Solo que cuando lleguemos, si es que algún día pasa, creo que no nos va a gustar nada.:)
EliminarMedio Halloween este escrito, pero interesante.
ResponderEliminarRespecto a Halloween tengo una historia a medio cocer de futura publicación.;)
EliminarEn el negocio de las guerras siempre ganan los carroñeros, los que tienen plumas y los que tienen patas...
ResponderEliminarSí, llevan galones o bien corbata. Están en lo más alto de la jerarquía de mando.
Eliminar"Vencedores vencidos", hermoso tema de Hermética.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=QapLjRZ8lIA
Saludos,
J.
Hola, J. Incluso un día u otro los vencedores también caen.
EliminarMi Eva guerrera está fascinada con este texto. La vida te hace luchar, aunque hayas nacido para la paz. Es lo que hay.
ResponderEliminarUn beso guerrero.
Sí, aunque más que la vida en sí, la vida del ser humano. Parece que no sabemos hacer otra cosa que guerrear. ;)
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