19/6/23

249. La única certeza

    Es la única certeza y para serlo no necesita actos de fe ni aprovecharse de la ignorancia. Es lo único que nos coloca a todos en una verdadera posición de igualdad. Ya sabes, esa quimera inalcanzable de la que sólo estamos cerca cuando se nos acaba el tiempo. Cree en Lázaro si quieres, claro. Y en el Ave Fénix y en que si Cristo resucitó puede resucitar todo cristo. Y también en enigmáticas abstracciones nunca demostradas de energía emanando de materia orgánica en descomposición, transmutándose en algo que nadie ha visto nunca. 

    Lo que sí es real es que tu principio tendrá un fin. Uno del que nunca regresarás porque es lo único de veras eterno. Después, tan sólo serás un recuerdo que empequeñecerá hasta desaparecer, porque quien te recuerde también te hará compañía un día u otro. Y ahí quedaremos por siempre junto con nuestros antecesores, como viene siendo. Esperando a los que están por venir bajo las raíces de los cipreses, que seguirán absorbiendo todas nuestras mentiras y creencias.



28 comentarios:

  1. ¿Qué nos hace pensar que los que partieron antes y no regresaron son diferentes de nosotros?. Me gusta eso que mencionas de no volver porque es lo único eterno.

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    1. Me gustaría saber la respuesta. Supongo que te dirán cuestión de fe o vete a saber qué y ya está.

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  2. Esta certeza es la única que es igual para todos, otra cosa es quien esté empeñado en no verla.

    Besos.

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    1. Hola. Ya se sabe que el que menos ve no es el ciego, para ser precisos.

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  3. Es lo que hay. Y no hay nada más. Pero hay gente que hasta dice conectar con el más allá. Pitonisas y agoreros te dejaste en el tintero. Por la parte que me toca nunca supe de ninguno de los que se fueron y nadie ha vuelto hasta la fecha, salvo en las cintas de Hollywood...

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    1. Tanto siglos de religión están causando daños irreparables.

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  4. Y ya no llegarán facturas a tu casa, ni habrá que planificar vacaciones, ni escucharemos las mismas estupideces por los medios. Tiene sus ventajas ese olvido. Que se olviden de nosotros claro, pero nosotros también del resto.

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    1. Al fin y al cabo todo es olvido y nada permanece, salvo la muerte y la ausencia que provoca.

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  5. Sin paliativos, así tal cual, la única certeza es que todos morimos. No creo en nada después de la muerte, pero claro, mi creencia no tiene una base científica, es solo eso, mi creencia. Pero ante otras creencias que tampoco están basadas en teorías científicas, sino en pseudo teorías, me quedo con la nada absoluta e infinita tras la muerte. Y sí, somos energía y ésta ni se crea ni se destruye y cuando morimos nuestra energía va a formar parte del Universo, aunque también sabemos que cada propiedad del Universo tiene un opuesto que la anula.
    Hay un koan japonés que dice: ¿A dónde va el puño cuando la mano se abre?

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    1. Yo no tengo problema alguno en creer lo de la energía, en tanto se demuestre. En cuanto a lo del puño: el puño no va a ningún lado. Quizá es que no veo más allá y soy más ciego que nadie.:)

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    2. Algunos dan por demostrada la teoría en base a que la energía no se crea ni se destruye, en fin, tampoco es mi creencia.
      El puño no va a ningún lado porque el puño ya no existe (así lo veo yo), pero habrá seguro quién lo vea de diferente forma y hasta te lo argumente.
      Mi único argumento es que hasta que no me demuestren con base científica que cuando morimos no desaparecemos total y absolutamente, mi creencia seguirá siendo la de que tras la muerte se acabó y hasta la energía que hayamos podido ser se desvanece como el humo hasta desaparecer.
      Parece ser que somos dos ciegos ;)

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    3. Veremos si la ciencia nos quita la venda. A los unos, o a los otros.:)

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  6. Yo soy de esas personas que piensan que esta vida que tengo ahora es una nimiedad en comparación con lo que ya he vivido, vamos, que creo en la reencarnación y en otras muchas cosas.
    Probablemente lo que escribes me ha influido, o no, tal vez lo iba a hacer igual, el caso es que voy a publicar una entrada sobre la muerte, mi visión, que seguramente encontraras anecdótica. Hasta voy a poner un vídeo que de verlo te dara repelús, pero a mi no me parece de locos, ni nada por el estilo.
    Les doy la razón a Obus en que tras el sueño, mejor vivir como Dios, que entiendo que es vivir a lo grande, que desde que nacemos es tiempo de descuento, como dices la única certeza que no se puede ignorar.
    Un abrazo y un beso Cabrónidas!!

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    1. Hola, Ana. Esto de la reencarnación siempre me ha chirriado. Si es así, ¿siempre somos los mismos? Y ¿en qué se reencarna uno? Nunca tacho a nadie de loco por una opinión diferente. Sólo espero que algún día todo eso quede demostrado. Si es así, no tendré ningún prejuicio en creerlo.:)

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    2. Yo creo que siempre serás tú, nazcas y mueras las veces que quieras. Cambiaran las circunstancias, entorno, personas... hasta igual deseas experimentar la vida como un árbol porque te has hartado del envoltorio de persona y su complejidad.
      No hay nada que demuestre esta convicción pero la he tenido desde siempre, matizando algunas cosas, según he ido encontrando información que encajase con lo que para mi tenía sentido.

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    3. Leeré tu próxima entrada con atención:)

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  7. Por eso importante recurdar eso "Memento Mori" como decían los romanos, el recordar que uno morirá es un buen aliciente para estar con todas las energías en el momento presente.
    Carpe Diem es otra que me gusta mucho.
    Un vez le oí decir a alguien una cosa que me hizo mucho sentido, que tal como no recordamos dónde estábamos o qué hacíamos antes de nacer, lo mismo es con la muerte, no se supone que debamos saberlo antes de tiempo.
    Te dejo un gran abrazo y gracias por pasar por mi blog!

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    1. El porqué de no recordar nada del día en que nacemos es algo que está explicado y es sencillo. Y claro, nadie sabe cuándo va a morir, pese a la certeza de que así será. Gracias a ti.:)

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  8. Así es, llevamos los recuerdos de otros como un llamita trémula en medio de la oscuridad que un día pasaremos a otra persona junto con la nuestra... y un día todo eso se apagará...

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  9. jaja como siempre, ahí, bien agarrado a lo que más quema ; ) supongo que cada uno tiene la naturaleza que tiene y es imposible luchar contra eso. Las creencias, son solo eso, cosas que se creen pero no se puefen demostrar, cuando se demuestran no son creencia, son una realidad demostrada. Hay personas muy empíricas que necesitan la comprobación absoluta de todo para cambiar su manera de pensar, yo creo que hay algo más tras la muerte, no sé el qué, ni si nuestra consciencia permanecerá o no y eso nos permita seguir siendo quienes somos solo que de otra forma, no lo sé, pero como creer eso me hace sentir mejor que creer que todo se termian y fin, lo creo. Como tb creo en personas que no conozco profundamente, pero mi intuición me dice que merecen la pena, les otorgo el beneficio de la duda, en tanto no me demuestren lo contrario, seguramente será una pobre idiota a tus ojos, pero es lo que hay . Lo que sí tengo clarísimo es que mi padre no está en el cementerio bajo un ciprés, eso no lo creo en absoluto ; )

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    1. Jajaja, a ver, que yo no pienso que una persona sea idiota por sus creencias, sino por sus actos, que al fin y al cabo es lo que de verdad dicen que somos. Sólo quiero entender y aprender, sin que por ello me pidan actos de fe o similares.:)

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  10. Con todo lo que me llega, me volvería loca si no creo en algo o alguien. Las personas son tan imprudentes que piensas, qué diantres, ¿cómo ha sobrevivido¿, sí, es que algo o alguien ha de estar cuidando a esta cabeza hueca que deambula por el mundo.

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    1. Quizá es que todos necesitamos, en última instancia, aferrarnos a algo. Yo todavía tengo que descubrir a qué.

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    2. Cuando lo descubras me lo compartes, que con las cosas que estoy viendo últimamente casi estoy en shock

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    3. Cuenta con ello, y si alguien viene del otro lado, que tenga la deferencia de venir aquí y explicarlo. Con pruebas irrefutables, claro.

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  11. No lo has podido resumir mejor. Es triste asumirlo, pero así es. A mí me gustaría creer que hay algo más, pero me cuesta mucho creerlo.

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    1. Por el momento, nadie vuelve del otro lado a contárnoslo con detalle.

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