Lo que hizo esa mujer en horas de trabajo fue la gota que colma, la gran vacilada y el pasotismo supremo. Y aunque de eso ya hace diez años, lo seguimos teniendo grabado a fuego en las retinas, por lo que no puede seguir impune por más tiempo. No basta con que pidiera perdón y el Gran Arquitecto se lo diera. Cuando se descubre a una bruja, no es suficiente con que haya quedado retratada: también hay que meterle la escoba por el culo, aun compartiendo al cien por cien el uso que le hubieran dado Los Sirex de tenerla.
Pero hoy el universo sonríe a los justos y donde Themis falló, triunfamos nosotros. Porque ahora, después de años de concienzuda planificación y templanza, mis amigos Crisógono, Demenciano, el Loco y yo tenemos a esa mujer donde queremos, que no es otro sitio que el apolillado maletero de nuestro Ford Falcon, dirección a un lugar donde el silencio es monarca y la paz eterna, hostia y amén.
Una vez allí, coche aparcado y fardo humano al hombro transportado por turnos, con el mutismo de la luna como testigo, el denso humo de la matuja y la voz nasal de B-Real guiando nuestros pasos, vamos al punto más alto de la colina de los cipreses a cavar una tumba. Ahí, la otrora Ministra de Sanidad y Consumo de España, podrá jugar al Candy Crush todo lo que quiera sin temor a que las cámaras de televisión la graben como hicieron en el Congreso.
Eso si consigue desatarse y quitarse el iPad de la boca, claro.
Hola, Cabrónidas, muy bien narrado, con la ironía y el humor que caracterizan tus escritos. Me ha hecho gracia lo del Ford Falcon, muy bueno, y el nombre de los amigos también, jajaja. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Ja, ja, gracias, Merche. Hay ciertos actos que no debieran quedar impunes; el perdón se queda corto.:)
EliminarJajaja, ante todo el humor. Estupendo texto. Te aplaudo
ResponderEliminarHola, Nuria. Te lo agradezco. En su día me entraron ganas de hacer eso mismo que narro en la entrada. Qué menos.:)
Eliminar¡Madre mía, qué ajuste de cuentas más poético! Esto no es venganza, es arte. Entre la bruja, el Ford Falcon y B-Real poniendo banda sonora, parece el guion de una película que hasta Tarantino rechazaría por exceso de creatividad.
ResponderEliminarComo siempre, un placer sumergirse en tus relatos, donde la justicia divina tiene más estilo que un duelo en el Salvaje Oeste. Ahora, la gran incógnita: ¿quedará algún giro final o ya está todo escrito en la colina de los cipreses?
¡Grande Cabrónidas!
Celebro que lo hayas disfrutado. Puede ser que haya algún giro. Nunca se sabe y todo es posible en la esquizofrenia de esta bitácora. Pero de momento, dejaré a esa ministra de tres al cuarto en ese agujero unos cuantos días. :)
EliminarBien hecho,se lo merece. Solo os pido a tu exótica banda y a ti en particular que no os escondáis tras el castigo ejemplar,que hay otros muchos casos en esta piel de toro llamada España dignos de ser visitados por esta banda de iluminados justicieros. Ya me iréis contando.
ResponderEliminarSaludos muy cordiales.
Así es. Tenemos mucho trabajo por delante. Quizá estaría bien elaborar una lista, aunque fuera kilométrica.:)
EliminarNo os va a faltar trabajo, no, en breve os tocará hacer entrevistas de trabajo para ampliar el grupo. Me he imaginado una especie de pulp fiction en versión cañí ;)
ResponderEliminarJa, ja, ja, esa ha sido buena. Estamos dispuestos a aceptar a todos aquellos que se quieran unir a la causa, pero no toleraremos la traición.:))
EliminarHay que resucitar esos aquelarrres para que haya justicia. Con buen humor y pluma. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola, Carlos. Qué esos sinvergüenzas no se sientan seguros. Será que cobran poco...
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=UaDypw6cCEI
ResponderEliminarHay canciones cuya vigencia parece ser eterna.
EliminarHola, Cabrónidas.
ResponderEliminarExisten perdones que no valen nada, solo son palabras vacías, que ni reconfortan ni tampoco aspiramos a escucharlas. A veces, uno debe tomarse la justicia por su mano, así que mi aplauso para ti y tus amigos, ;) La parte negativa, que, si uno hace lo que tiene que hacer, sí lo paga, por el contrario, hay seres que cometerán auténticas aberraciones y ahí perduran.
Las injusticias de la vida.
Un fuerte abrazo.
Hola, Irene. Sí, cuántos se han escapado de sus pecados sin rendir cuentas. No los ha atrapado ni el cacareado karma. Sin duda, dejar lo justo en manos del hombre es inapropiado e injusto. :)
EliminarNo comulgo mucho con la venganza pero te entiendo bien, la indiferencia ante la vida de los desconocidos a pesar del daño que se pueda hacer nos revuelve a todos. Y te apoyo en ese reivindicar justicia, hay seres que están muertos incluso aunque caminen por la calle y los que son tan nocivos como esta mujer, bajo tierra igual están en su elemento.
ResponderEliminarVaya cambio de música por cierto, supongo que se ajusta bien a esa idea de enterrar lo maligno.
Un abrazo.
Hola, Ana. En este blog hay un noventa por ciento de metal y el resto es hip hop; no es lo mío pero para un rato en algún momento en especial tampoco le hago ascos. En cuanto a la venganza, noto que desde el principio de los tiempos se le ha dado muy mala prensa, y creo que interesa que siga así. Pero bueno, nos han dado la ética y la moral para que la podamos lucir y así creer que somos mejores que ellos: los que juegan al Candy Crush, ja, ja, ja. Otro para ti.:)
EliminarHacía tiempo que no hacía ronda de blogs, pero te leí y me preguntó por qué. Me encanta la mala leche del relato.
ResponderEliminarun saludo.
Hola, Dorotea. Será que a todos nos absorbe la vida que tenemos ahí afuera. Celebro que te encante.;)
EliminarAy, Cabrónidas, me entendiste, menos mal. Porque tal como lo escribí parece que me pregunto por qué te leí cuando lo que quería decir era porque había tardado tanto en pasarme a leerte. Qué malo es ir con prisas. :( Un abrazo.
EliminarComo sigáis llevando diputados inútiles a la colina de los cipreses, vais a tener que cambiar el viejo Falcon por una Ford Transit 350 96kW L3H2 Van Trend FWD HD, para que quepa tanto chorizo :)
ResponderEliminarJa, ja, es un vehículo con gran capacidad.:))
Eliminarjajajaja he visto gente hacer cosas más difíciles con tal de seguir con la partida del Candy Crush jajajajaja lo mismo se han quedado cortos atándole las manos...quizá hubiese sido más divertido si se las hubieran cortado ¡Y a ver como desenvuelve eso!
ResponderEliminar¡Muy bueno e ingenioso! Quizás deberías corregir eso de las brujas...ellas no tienen la culpa de nada...eran otra especie jeje
Me ha encantado y me ha hecho reír.
¡Un saludo!
Hola. No le cortamos las manos pero el hoyo era muy profundo. A decir verdad, las brujas al igual tienen más vergüenza que ella. Celebro que te haya gustado.;)
EliminarUyyy que mujer, yo me quejo de las diputadas KK del congreso Argentino, pero la vuestra es un espanto, buen final.
ResponderEliminarmariarosa
Es que el mal no tiene fronteras.:)
EliminarCabrónidas, que relato tan oscuramente inspirador!!. No por la violencia implícita claro, sino por el ejercicio de justicia poética que tan a menudo brilla por su ausencia en el mundo real.
ResponderEliminarSi los ministros pueden jugar al Candy Crush en el Congreso mientras el país arde, dormir plácidamente en sus escaños cual bebés bien alimentados, o hacerle perrerías al ciudadano medio sin despeinarse (los que tengan pelo) Por qué no iba a tener la justicia alternativa su pequeña venganza literaria?
Lo curioso es que cuando los pillan in fraganti, sus defensas son las de un niño con las manos en un tarro de galletas: un balbuceo, un encogimiento de hombros y un no volverá a suceder, antes de volver a su siesta o a la partida del móvil.
Pero claro, ellos no acaban en un Ford Falcón con destino incierto. Ellos siguen con sus escaños y sus sueldos y su indignidad blindada por cuatro años más..
Gracias de todas formas por darnos un respiro con esta fábula de karma bien ejecutado. Aunque en la realidad, lo único que podemos hacer es seguir pagándoles el sueldo, y esperar a que la próxima generación de parásitos, sepa disimular mejor.
Que no falte la matuja para soportar el espectáculo.
Nos leemos en la próxima revuelta!!
Al menos tenemos la literatura, aunque sea trasnochada, para inventar finales a nuestra conveniencia, y que la justicia sea justa. ;)
Eliminar