Hace muchos años que no veo a la Dama Blanca. En el pasado no fueron pocas las veces que se cruzó en mi camino, aunque dadas mis amistades de aquel entonces tampoco pudo ser de otra forma. Ahora mismo, por mucho que me empeñe, no logro recordar si me la presentaron o la conocí de forma casual. En cambio, por mucho que el tiempo pasa, no olvido lo mal que me llevé con ella desde el primer día que la conocí.
Mientras que yo me negué a sus encantos desde el principio, la mayoría de los que la conocieron se enamoraron de ella al instante. Muy pronto se dieron cuenta de que era una dama muy extravertida que se dejaba adorar sin reservas con la frecuencia que fuera, cualquier día del año a cualquier hora, por lo que durante los primeros años de relación —siempre cara y clandestina—, se convirtió en compañera indispensable en todas las fiestas y reuniones.
Con todo, pude comprobar desde fuera lo tramposa que era con sus amantes, sin hacer distinción de sexo, raza o condición social. Los manipulaba a su antojo hasta el punto de conseguir que se enfrentaran entre ellos, o incluso contra mí, el infiel que la rechazaba una y otra vez. Delante de mis narices, con viscosa lentitud de gusano, llegó a transformar sus mentes y sus vidas sin que se percataran de ello.
Las navidades pasadas, después de varios años, vi a tres de sus enamorados de forma casual. Apenas había en ellos algo de lo que una vez fueron. Tan solo eran carcasas, envejecidas antes de tiempo, de ojos vacuos y amarillentos. Lo único que seguía igual era la recurrencia a la Dama Blanca. Claro que, a saber desde cuándo, ya no había risas, diversión ni vitalidad.
Solo la necesidad pura y perentoria de cobijarse bajo su falda una vez más, en lo que ya era un divorcio imposible entre ellos y ella.
Sexo, no-drogas & rock and roll, bebé. Sí se puede.
ResponderEliminarY el que no pueda tiene un verdadero problema.
EliminarUna dama muy dañina
ResponderEliminarCon lo dañina que es y está en todos lados. Qué tendrá...
EliminarTerrible dama. Qué fuerte entrada.
ResponderEliminarAbrazos.
Buenas, Sara. Solo tenemos una vida, como para andar maltratándolo de esa manera.:)
EliminarUfff, qué entrada Cabrónidas. Dura, pero de esas que son necesarias. Me ha gustado como lo has enfocado, creándole una entidad propia, porque la adicción la tiene, está ella y el enfermo que cree que tiene el control, pero sabemos que no es así, el gobierno que emplea a la larga desfigura y arrasa con todo. Destruye.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sí, lo hace muy poco a poco.Casi parece que no hace nada, pero se alía con el tiempo y al final acabas siendo otro esclavo suyo. Otro para ti.:)
EliminarMuy buen texto, una verdad que a pesar de los años sigue vigente. Esa dama le ha marcado la vida a más de uno, pero lo más triste es ver a los jóvenes caer baja sus garras a pesar de la experiencia dolorosa de sus amigos.
ResponderEliminarmariarosa
Hola , mariarosa. Sigue vigente y creo que así seguirá. Es un imperio de poder con muchos tentáculos.
EliminarTremenda reflexión, pintando la adicción como una persona seductora y mortal.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Hola, Martín. A ti por pasar y cuidémonos de según qué damas.
EliminarQuerido amigo, excelente texto.
ResponderEliminarElla marcas sus vidas y ellos no tienen el coraje de sacarla de ellas.
Son vidas tristes y vacías las de ello y ella se debe sentir triunfadora, que mal.
Abrazos y te dejo un besito, que tengas un feliz día mi querido amigo
Hola, Liz. Celebro que te guste y te deseo lo mismo. Salvo el aire, nunca dejé que nada entrara por mi nariz. Ni siquiera la invasiva y penetrante prueba del Covid.:)
EliminarNo he tenido nunca el gusto de conocerla , ni ganas ..sin embargo la he visto en multitud de ocasiones en los envoltorios más estrafalarios q imagines y sí, como tú, a muchos de sus amantes y a sus sufridas familias ..es una dama menos mortífera q su prima la heroína, pero igual de destructiva ..mejor mantenernos lejos de ella y de todos sus familiares ; )
ResponderEliminarHola, María. Querrás decir disgusto, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
EliminarEso ; )
EliminarTodos conocemos amantes/víctimas de la dama blanca. Muchos lo son porque aman la ilegalidad. Creo que el día que se legalice el consumo de drogas, empezará el declive de esta señora. Pero no caerá esa breva, hay muchos intereses de por medio que lo van a impedir.
ResponderEliminarAsí es, diego. ¿A quién o quiénes interesa, y por qué, que no caiga ese imperio de poder? Luego aún habrá quien no crea que vivimos en un oscuro mundo de intereses creados.
EliminarTodos sabemos lo dañina que es y, sin embargo, mucha gente la abraza hasta el final. Hay algo en sus vidas que no funciona bien, o quizás en nuestra sociedad... Nos soprendería saber la cantidad de gente de nuestro entorno que baila con ella.
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