2/9/24

373. El programa de la sexóloga

    El programa de la sexóloga es, con diferencia, el de mayor audiencia en su franja horaria. No es algo que me extrañe, pues vivo en un país cerril y católico de falso laicismo en el que, si eres alguien, no puedes cagarte en la Virgen sin que te lleven a juicio, por ejemplo. 

    Quizá yo sí puedo porque no soy nadie. Quizá mañana, como otras veces, alguien denuncie esta entrada por abuso. 

    A todo esto, los integrantes de las dos Españas siguen y siguen desgastándose en descalificaciones recíprocas en lugar de hacerlo follando, según preferencias. Desde luego, la religión y la ideología han causado daños irreparables, además de crear a toda una estirpe incontable de malfollados y malfolladas.

    Toda una pena; toda una realidad.

    Creo que el éxito del programa también se debe al atractivo y belleza de la sexóloga. Diría que con un sexólogo el resultado más o menos hubiera sido el mismo, siempre y cuando no fuera gordo y calvo. Aunque no tengo ni idea de con qué clase de hombres se humedecen ahora las féminas heterosexuales, tengan vagina o pene, de esta grande y libre. 

    En cualquier caso, el programa de la sexóloga resulta ser una pequeña vía de escape a la represión mental y sexual de todos los nacidos en las décadas 40, 50, 60, 70, 80 y 90 cuyas vidas sexuales están más muertas que los crucifijos que adornan las paredes de sus casas, si es que los tienen, y que ya no recuerdan cómo se practica el sexo oral y la sodomía, si es que alguna vez lo hicieron.

    Luego está la hipersexualización de un alto porcentaje de los infantes y púberes de la nación. Parece muy fácil y conveniente culpar de semejante precocidad a internet y a la industria pornográfica, que no a la educación parental de los últimos años, tan desidiosa como fallida. La misma que tuvo que cambiar, y lo hizo a peor, con la aparición de las redes sociales. 

    Cómo le cuesta a la sociedad, sobre todo a esta de piel tan fina, reconocer sus fracasos.

    Por cierto, está haciendo un verano espléndido, ¿no creéis?



8 comentarios:

  1. Todos tienen más en común de lo que quieren reconocer, incluso los integrantes de las dos Españas.

    Besos.

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    1. Sí, creo que la gran mayoría ven el programa de la sexóloga.:)

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  2. España ya no es roja, España no es azul, España ahora y siempre negra como el betún, que cantaban def con dos :)
    Todo que has descrito tan bien tiene un nombre, hipocresía. Somos una sociedad hipócrita, no somos racistas pero mi hija que no folle con negros, no me importan los marciones pero que no le llamen matrimonio.. etc etc

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    1. Buena canción, jajaja. La utilicé en la entrada número 47. Años después los Def la mejoraron añadiendo guitarras y al cabo de unos cuantos años más S.A. la versionaron.
      Y también está aquello de "yo no digo que el porno sea malo, pero que mi hijo e hija trabajen en otra cosa, por dios".

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    2. Me sonaba haberlos visto por aquí, sí, pero nunca viene mal traerlos de vuelta... qué grandes eran, hoy los lapidarían en la plaza mayor :)

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    3. Depende donde toquen, esa canción cae o no cae.:)

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  3. Desde Argentina, no conozco a la sexologa de la que hablas. Pero creo que algunas personas no evolucionan se han quedado en un mundo oscuro y tienen derecho a hacerlo si son felices. Pero creo que vos también estás en otro mundo, el crítico. Te leo y sonrío, los catolicos y los progresistas se critican mutuamente, pero... cuál será la verdad...?
    ¡Que se yo!
    Tal vez desde otro país no logro entender tus palabras, y noto que hay costumbres diferentes, tal vez de allí llegan tus enojos con los retrogrados, que los hay en todos lados, desde España a la China.
    Perdón Cabronidas si no entendi y si entendí, no te calentes y vivi tranquilo.
    Abrazo desde un Buenos Aires frío y con sol, un día hermoso para hacer el amor.

    mariarosa

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    1. Hola, Mariarosa. Yo creo que las personas que deciden quedarse en un mundo oscuro o dónde sea, que se queden, pero que no jodan a los demás. Mira a los satanistas, que nunca denuncian a los religiosos y creyentes por mucho que se metan con su Señor y sus enseñanzas. Casi parece que ni existen.
      Argentina también sufrió el azote de la tiranía. Y como en España, el tirano seguro que sigue teniendo a sus palmeros aunque lleve años muerto. Y no hay nada que perdonar respecto a la comprensión de esta entrada, que es más reflexiva que airada. Así que otro abrazo para ti.:)

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