Somos seres perfectos porque no estamos diseñados para la inmortalidad. Como las plantas, las aves, los insectos, los cuadrúpedos y los reptiles, un día u otro nuestro tiempo finaliza y dejamos sitio a otras vidas aún por concebir.
Nuestro diseño es perfecto porque con nuestra muerte contribuimos a la vida. Tras nuestra completa descomposición pasamos a ser restos secos que son devorados por las especies necrófagas, las grandes limpiadoras del entorno.
Sin ellas proliferan las bacterias, las infecciones y las alteraciones ambientales. Una vez metabolizados por estos insectos, pasamos a ser nutrientes para la vegetación. Se cierra así el ciclo de la vida y el ecosistema que dispuso la Naturaleza sigue en equilibrio.
Pero para que hagan su aparición, y se inicie tan prodigioso proceso desde que morimos hasta que somos polvo, se deben dar las condiciones óptimas y ambientales precisas. Es decir, siempre y cuando no nos entierren, incineren o momifiquen por alguna estúpida creencia o tradición.
Y eso que llaman alma o espíritu... Bueno, eso lo dejamos para aquellos que necesitan animar su cotarro existencial.
Bueno; yo pensaba en una incineración y vista la negativa de los que me rodean pensé; ya muerta, a quién le importa qué o cómo se haga, aunque ahora que te leo, no queremos romper el equilibrio ¿No?, pero eso de quedar por ahí a la intemperie, nada sé
ResponderEliminarDejar los cadáveres a la intemperie atenta contra creencias religiosas y el lucrativo negocio de las funerarias. Hasta donde yo he leído, los virus no duran más de dos días en un cadáver (salvo el VIH, que dura seis). En contra de la creencia global, nunca han sido causantes de infecciones y epidemias.
EliminarPues a mí, como si me visten de payaso y me dejan en un banco para que me devoren las ratas. Cuando esté muerto nada de esto me importará. Sólo soy capaz de preocuparme de la parte en la que estoy vivo.
ResponderEliminarY además no te reencarnarás en nada ni en nadie. La muerte, pues, que quede en manos de la Naturaleza, y no en las del hombre.:)
EliminarEl planeta Tierra es un cementerio flotante.
ResponderEliminarVa un abrazo.
Pero con sus ciclos y tiempos, aunque estos no casen con la sociedad y sus creencias.:)
EliminarCon la superpoblación que tenemos, me parece que no hay suelo suficiente en el planeta para enterrar tanto muerto al ritmo que vamos. Eso nos llevaría a putrefactas montañas pestilentes de cadáveres que atraería hordas de carroñeros e insectos, que proliferarían y sobrepoblarían el planeta, llevando consigo, esos sí, mortales epidemias infecciosas a los pocos supervivientes de las condiciones inviables que se generarían, provocando de esa manera la extinción humana de un modo limpio, sin radiación ni mierdas.
ResponderEliminarYo compro, la verdad.
Me parece una gran idea.
¿Cuándo nos ponemos a ello?
La Iglesia y las funerarias se nos echarán encima. Necesitamos aliados y un plan.:))
EliminarEn la India, y en otros lugares, incineraban a sus muertos, esas cenizas también servían de abono. Es una opción para no seguir construyendo cementerios.
EliminarO podríamos hacer como en Soilent Green..
Saludos,
J.
Buenas, José A. García. Por lo visto a Soilent Green les persigue la muerte:O
ResponderEliminarA mí me encantaría que me enterraran en el huerto de la casa de mis abuelos, mirando al mar, para seguir el ciclo, pero no sé si lo permitirían. Estoy segura de que saldrían unos árboles tremendos.
ResponderEliminarJajaja, no te quepa duda.:)
EliminarNo estamos diseñados para la inmortalidad, al igual que las aves, los cuadrúpedos, los insectos... porque SOMOS ANIMALES como ellos, ni más ni menos, así de simple.
ResponderEliminarLos conceptos de alma o espíritu son, en mi modesta opinión, para aquellas gentes fantasiosas que si no adornan sus tristes vidas, les parecen poco dignas de ser vividas.
En cuanto a lo de dejar los cadáveres pudriéndose por ahí a sus anchas, te diré que revises tus conocimientos de biología, porque sí, los virus pasan a mejor vida en cuestión de segundos, minutos, horas, días... pero con las bacterias no ocurre lo mismo. La costumbre de cremar o de inhumar los cadáveres, responde, más que a razones religiosas, a cuestiones higiénicas, porque un cadáver en descomposición es fuente de infecciones e incluso de posibles epidemias si alcanza los cursos de agua que sirvan para abastecer una población. Por ese motivo se entierran también los cadáveres de animales no humanos que hayan muerto como consecuencia de una catástrofe, por poner un ejemplo, pues de lo contrario pueden iniciar una epidemia de cólera, por poner otro ejemplo.
Para finalizar mi perorata, te diré que hablar de la Naturaleza en términos de erigirla como un ente sabio es otro error. La naturaleza no es sabia, puesto que no es ningún dios, lo que sucede en ella —y por lo que le adjudicamos ese rol— es fruto de esa ley universal que hace que los errores se vayan difuminando hasta desaparecer y que los aciertos se impongan porque son la causa por la que una especie sobrevive, lo mismo que los errores hacen que se extinga. Nuestra secular educación religiosa hace que, sin pretenderlo y de forma inconsciente, adjudiquemos papeles de entidad y de deidad a algo que no lo tiene.
Salud, Cabro, y no firmo como “tu troll” porque ya no lo soy (me he buscado una víctima mejor), LOL.
Besines o petonets, que no soy gay, pero sí chica (que no todos los trolls tenemos "rabo").
No. Quiero decir que no tienes razón en la mayor parte de tu comentario. Te agradezco la última aclaración. Yo pensaba que la existencia de un troll con coño era una leyenda urbana. Hoy ha sido un gran día.:)
Eliminar¿Ves cuántos estereotipos acumulamos en la cabeza? Que si los trolls tienen que tener pelo en pecho, que si tienen que pasar de los 50 y estar curtidos en las mil batallas de la vida... y luego, cuando resulta que un troll es una trolla y no lleva pañales porque aún no ha cumplido los 40, se nos cae la casa encima. Las leyendas siempre tienen su parte de razón, incluso las urbanas.
EliminarMe alegra que me hayas vuelto a hablar, ya me preguntaba si habría sido mi acento andalú lo que te había molestado o que, amparada en el anonimato, sacaba mi lado más oscuro, negro negrísimo, y te atacaba sin piedad. Aunque no te quejes, que he estado poniendo a la Mucha a caldo día tras día, a ver si la convencía de que se fuera de una puñetera vez, pero ese engendro del demonio es irreductible, ya pienso si sus ancestros procederán de la aldea de Asterix y Obelix.
En cuanto a que no tengo razón, esa es tu opinión con la cual no concuerdo, obviamente. Yo creo que sí la tengo y que quien no la tienes eres tú, pero no vamos a ponernos a discutir por nimiedades como esa, ¿verdad? Sobre todo porque soy un bicho muy malo y a mí hay que tenerme, como poco, respeto. Ya miedo no sé si será demasiado, pero una miajita de recelo sí que sí. Hale, hasta más ver.
Normalmente siempre contesto los comentarios. Cuando no lo he hecho, seas tú u otra persona, no es porque me haya molestado. De hecho, nadie, al menos por este medio, tiene la capacidad para hacerlo. Es por desidia, desinterés... Y bueno, lo de que comentabas sin piedad con tu lado negro negrísimo, jajajaja, no lo veo. Supongo que es sarcasmo.
EliminarBueno es que no te molesten ni los trolls y bueno es saberlo, puesto que soy una de ellos. Y sí, sarcasmo gasto mucho desde hace un tiempo (más que dineros, lo cual ya es difícil).
EliminarContigo reconozco que he sido una buena trollita, no me he pasado los tres pueblos que me he pasado con la bella argentina de Miami, lo confieso, pero es que a ella se las debía... o me las debía... o se las debíamos las dos al mundo mundial, que ya me acabo de hacer un lío.
Bueno, me alegra no haberte molestado y que solamente me negaras la palabra por aburrimiento, ya que esa era la misma causa por la que yo intentaba molestar: por puro y duro aburrimiento. Y es que no imaginas lo que mola ir de mala malísima por la vida y lo que me he reído haciendo el indio. Me va a doler no poder repetir, sé que me va a doler, LOL.
No pareces tan mala. Sarcasmo otra vez, ¿verdad?:)
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