Cómo podéis ser así de fariseos, que nos queréis atrapar porque os importan más nuestros grafitis que el fracaso de vuestra gestión hurgando en los contenedores de basura. Que nos queréis atrapar para podernos multar, porque os indigna más nuestro arte expresado en las calles, que el hecho de que muchas de ellas todavía sigan envenenadas con vuestra pestilente nomenclatura y simbología franquista.
Gobernantes lodosos de esos países tan avanzados, tan civilizados, nos queréis castigar, pero para eso nos tendréis que identificar. Os costará un poco porque ocultamos el rostro tras un pasamontañas. No se os ocurra llamarnos cobardes por ello: vuestros jodidos primates amaestrados hacen lo mismo con su número identificativo.
Mil veces silenciaréis nuestra opinión e inconformismo, y mil veces os la gritaremos en las sacras fachadas de vuestras pocilgas confesionales, llenas de aborrecibles pecados contra la infancia. Y también en los muros de vuestras corruptas estructuras estatales. Esas en las que juzgáis a quienes se atrevieron a cometer, en menor grado, esos mismos actos de los que nunca recibís castigo. Aquellas en las que ofrecéis empleos vejatorios e indignos a personas que son mejores que vosotros hasta durmiendo. Las mismas en las que registráis nuestras huellas dactilares en la base de datos.
Sí, hostia y joder, porque ya no nos bastan los lugares legales ni las zonas fantasma del extrarradio para esparcir el mensaje. Vosotros nos ultrajáis y nosotros pintamos.
Trataréis de demonizarnos a través de vuestra gran furcia asexuada, esa llamado cuarto poder, porque sois los titiriteros de las telecomunicaciones. Y nosotros nos haremos ver en cada ladrillo de cada barrio porque también es nuestra ciudad. Lo haremos de noche cuando os vayáis a dormir, cansados de no hacer nada salvo de intentar joder a los mismos. Y lo haremos de día mientras elaboráis nuevas perrerías con las que herir nuestras vidas.
Seremos el arcoíris de vuestra puta oscuridad.
Uno de los problemas con los grafitis es que usan edificios públicos o privados, y en cualquier caso ha sido sin consentimiento de los propietarios. No puedo ir a pintarrajearte el exterior de tu casa y esperar que todos los que lo vean sean apreciativos y le encuentren valor. Creo que los grafitis en realidad afectan más a las personas comunes que a los grandes gobernantes.
ResponderEliminarPor supuesto, en el sentido de que a los gobernantes solo les importa el número de ceros de sus cuentas corrientes. Los grafitis, según si les recuerdan ciertas vergüenzas, también, pero no tanto.
EliminarHay graffitis y graffitis ...si son de ESTE no me importaría que llenara las paredes de mi casa, por dentro y por fuera Buenas noches!
ResponderEliminarNo todos son Banksy, aunque de Banksy hay más de uno. Para que se me entienda: las cataratas del Niágara son las más vendidas, pero no las más grandes y espectaculares.
EliminarNi siquiera Banksy puede plasmar su arte donde le venga en gana. Con ello no quiero decir que sea en tu portero automático.:)
Ese es el tema, hay grafitis y grafitis.. he puesto el ejemplo de Banksy porque sus grafitis embellecen, sea uno, o cincuenta quienes los hacen, en Vitoria se exhiben murales por toda la ciudad hechos por grafiteros que la gente fotografía porque algunos son verdaderas maravillas... eso es una cosa, otra, pintarrajear y guarrear las paredes de todo hijo de vecino, como los escritajos que aparecen en los baños públicos.
EliminarQué buenos tiempos esos de los tocadiscos y los discos de acetato. Hay que reeducar a los grafiteros, pueden expresarse libremente, lo que no pueden hacer es dañar propiedades, con lo fácil que es tocar y pedir permiso, alguno aceptará.
ResponderEliminarYo creo que primero hay que reeducar al votante concienciado, y luego reeducar a los gobernantes. Todo cambiaría.
EliminarSí, en esto de los grafittis hay controversia porque no embellecen. Y también invaden, yo en mi porteria no los quiero. La mayoría sólo son malas firmas. Los que más abundan son la firma de un tipo que a falta de arte hace un garabato para que se sepa eso tan innecesario de "yo estuve aquí". Sí respeto y hasta aplaudo las frases que te despiertan o los que tienen su arte. Calculo que estos serán el diez por ciento pero me puedes corregir.
ResponderEliminarEstás en lo cierto, por unos pocos pillan todos. Siempre es así en todos los ámbitos.
EliminarEl vídeo no vale gran cosa, para mi, pero el texto da mucho que pensar, dice bastantes verdades aunque es un tanto ofensivo, se puede reivindicar sin tirarse a la yugular.
ResponderEliminarHay grafitis que son increíbles, Bansky se ha ganado la fama pero hay otros grafiteros más o menos conocidos, que te entran por su estética o por el mensaje clarísmo que quieren dar, y por supuesto los hay de firma y poco más, básicamente estoy diciendo lo mismo que Sergio jajajajaja. En cuanto al lugar que escogen, supongo que va acorde al tipo de grafitero.
Buen fin de semana, besos🌸
Bueno, si has leído otras entradas de este humilde blog, habrás comprobado que la corrección política y la diplomacia son asignaturas que siempre suspendo. Pero que digas que el texto te ha dado mucho que pensar, me ha hecho feliz.
EliminarGracias e igualmente.:)
jaja me has dado ganas de salir spray en mano :D
ResponderEliminarIré contigo. Conozco zonas vírgenes muy visibles en los barrios ricos.;)
EliminarPor suerte no faltarán paredes donde poder dejar nuestra opinión.
ResponderEliminarBesos.
Por más que les pese a los de siempre, sean cuales sean las siglas.:)
EliminarMuy buena crítica social. Igualados por una máscara que les cubre la cara, quiénes son los torturadores y quiénes los que simplemente se expresan con un espray en una pared. En mi ciudad, Vitoria, se hacen recorridos turísticos por las casas pintadas. Y se hizo agrupando a los grafiteros que quisieran para desarrollar una idea conjunta. Hoy eso no se toca.
ResponderEliminarDe todas maneras, cuando vea una pared pintada me acordaré de tu artículo y pensaré que es una manera de expresar la rabia, la impotencia, la protesta, con la única arma de un pincel o un espray.
Saludo, Cabrónidas!
Hola, María Pilar. Así como tú lo has comentado es como yo lo entiendo. Ya lo dice aquella frase tan vieja ya, tan urbana: «Lo que callan los medios, lo gritan las paredes». Y es un acto que parece que sobrevive al tiempo.:)
EliminarAmén, hermano. Y que pongan dedicatoria: con cariño para todos los que se autollaman "gente de bien"
ResponderEliminarExacto, ya son conocidos y dejaremos constancia.:)
EliminarNo se lo digas a nadie pero, una vez, me tocó esconderme en un contenedor de basura pestilente durante más tiempo del que me gustaría reconocer, por graffitear "donde no debía". Me salvé de aquella por poco. Malditos pitufos xdd
ResponderEliminarPutos pitufos amaestrados; si te pillan te cae una buena "multita".:)
EliminarCabro, te doy la razón en que a muchos gobernantes y políticos habría que arrojarlos al contenedor de basura. En cuanto a los grafiteros, entre el primitivo Muelle y el genial Banksy hay de todo, y mucha mierda (la mayoría). Yo me pregunto si muchos de ellos enguarran la pared de sus casas lo mismo que enguarran la pared de la mía (y no vivo en un barrio rico).
ResponderEliminarYo diría que no enguarran la fachada de sus viviendas. Todo es ultraje; todo es mierda, pero no todas huelen igual. ;)
EliminarSupongo que en el grafiterismo pasa como con todas las disciplinas: hay verdaderos artistas con algo que decir y quienes se creen artistas sólo porque usan las mismas herramientas.
ResponderEliminarSaludos.
Hola. Sí, es eso mismo. Más allá de la correcta utilización de un medio o herramienta, el talento determinará la calidad del mensaje expresado.:)
EliminarA quienes se les permite hacer los grafittis.... en una epoca eran meramente frases, o palabras en muros olvidados..... pero ahora he visto obras de arte impresionantes.
ResponderEliminarSera que un dia haran muros lavables?
Cuando interese estate seguro que los harán.
EliminarMuro que pongan, muro que espera convertirse en arte le pese a quien le pese.
ResponderEliminarUn beso!
Exacto. Si ellos no se cansan, los grafiteros tampoco.:)
EliminarYo soy el que vigila si viene la pasma.;
ResponderEliminarQuien tiene el poder siempre temerá perderlo, por eso reprime cualquier expresión que no le sea propia o que no pueda utilizarla para sus fines.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Ni más ni menos, por eso conviene que la incomodidad que produce el grafiti en el ladrillo no decaiga.:)
EliminarEl capitalismo tiene una capacidad infinita de fagocitar hasta los mensajes más radicales en su contra. Los grafitis no son una excepción, cuando les interesa lo elevan a la categoría de arte, cuando no, lo persiguen...
ResponderEliminarAsí es. Así de perverso es el enemigo. Así de maleable es la opinión pública, y el enemigo lo sabe.
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