La persona que sin temblarle la voz te dice que vivas cada minuto de tu vida como si fuera el último, no sabe lo que dice. Si vives con prisa cada momento de tu vida por querer ganarle tiempo al tiempo, la espichas en pocos minutos. Vivir sin pausa es de deficientes mentales y no sirve para nada, salvo para que la velocidad se acreciente y acabar en colisión mucho antes de lo deseado.
Durante muchos años de mi vida yo también pensé así, pero ante el inevitable camino a la senectud, voy encontrando un equilibrio. De un tiempo a esta parte, compagino mis selectivos momentos de locura e intensidad, con momentos de curiosidad y tiempos buscados de reflexión y letargo.
A veces y aunque paradójico, siento una desacostumbrada fusión de intranquilidad y hartazgo. Pero solo en esa armonía de intenciones es como devoro y paladeo la vida: no siempre en una inútil carrera contra el tiempo, ni tampoco vivir en una continua languidez propia de las tardes de verano, que trascurren lentas y pesadas como si nunca fueran a tener fin.
En resumidas cuentas, estoy envejeciendo y creo que estoy madurando. Lo primero bienvenido sea; lo segundo no me hace ni puta gracia.
No sé yo si es de deficientes mentales, pero sí de otra forma de vida que, obviamente no deseo.
ResponderEliminarNo sé yo si estás cerca de la senectud, te intuyo adolestreintas.
Sé un hombre maduro, no es tan malo, ¿no?, maduré muy temprano, ahora me importa un pepino y dos rábanos lo que piensen o digan, voy a mi aire y tan campechana =), naa, mejor retrásalo lo más posible.
P.D. Me hiciste recordar una anécdota, que no contaré para no invadirte
Qué va, paso de la treintena de sobra. En cuanto a la anécdota: invade, invade.
EliminarHubo un viaje vacacional, era más largo de lo normal, tres semanas, creo recordar, fuimos a Ciudad de México, estuvimos allí una semana, instalados en el hotel, llamó el primo de mi ex marido, había hecho el itinerario, llegamos en la madrugada, a eso de las dos y tuvimos que estar listos pasadas las cuatro, el viaje en auto duró doce horas, en fin, el primer día fue, bosque (grandísimo, tardas un día completo en recorrerlo, falta tiempo y terminas muerto de tanto caminar, pero es precioso), luego a Chapultepec, luego Garibaldi, para finalizar en una segunda cena de media noche ... oye ... me controlé un par de días de tanto ajetreo, al tercero de correr de un lado al otro, con la pena pero me negué, la Ciudad de México en enorme, muchos autos, prácticamente vas a vuelta de rueda la mayoría de las veces, tienes que estacionar a kilómetros del lugar al que vas, luego tomar un taxi que te acerque, si ha llovido ni de broma se detienen y llueve día sí, el otro a veces y el siguiente sí, el clima es invernal, (para mí que soy de tierra caliente amanecer con cinco grados es demoledor ) y el beberse los días en un trago te deja agotada, le pedí al primo de ''aquel'' un día por vez y me respondió que había que vivir como si fuera el último día, oye, pero con la turbulencia de estos días quedo a deber y me faltarán vidas para el pago, le dije.
EliminarEl primo tenía un ritmo muy acelerado para todo, al término de la semana ya no queríamos ir, ni a Acapulco (seis horas de camino), mucho menos a Cancún (quince o dieciocho horas, no recuerdo bien), nuevamente el primo animando, va y piensas, playa, barriguita al aire y acostadita, no, el primo vuelve con sus itinerarios, diantres con el primo, de un lado a otro sin parar, seis días larguísimos, luego a Cancún, el camino ni te cuento, dos machos confrontados a ver quién aguantaba más, en fin, llegamos a Cancún y, el primer día, bien, al siguiente ya tenía el itinerario, Xel Há para empezar, día completo y me dije, bueno, al menos será solo en ese lugar, mucho sol y como es un lugar protegido, solo bloqueador de ahí, ligerísimo, piel blanca, bloqueador que de nada sirve, mucho sol, poca sombra ... insolación, los días que faltaban me quedé en la habitación, jacuzzi, clima, películas, programas de televisión y pude recuperarme.
Tocó la mía, sin ánimo de desquite, vino de vacaciones, ya traía su itinerario, oye, no creas todo lo que dice internet, pero mira, esto se ve estupendo, me dice, ok, va, de entrada el clima no es apto para estar corriendo de un lado a otro pero bueno, lo que el primo pida, lo llevamos a las Dunas, iba con toda esa actitud de macho revitalizado y fue lo último, quince minutos de estar en el sitio y ya estaba agitadísimo y agotadísimo, insolado y creo ahí entendió que, el día por vez es necesario, a veces. No digo que un día quieras comerte el mundo entero, pero no siempre.
Después de ese viaje lo diagnosticaron y tuvo que bajar el ritmo, rondará los cincuenta y creo, por lo que he podido darme cuenta, que su calidad de vida es mejor actualmente, va a un ritmo más lento, disfruta sus días y mentalmente sigue siendo un niño (a veces).
espichas, primera vez que la escucho/leo, he tenido que hacer uso del recurso indispensable (tumbaburros)
Extenso pero, al chico lo que pida =)
Tuvo que someterse a una gran tortura consigo mismo para aprender a no ir tan rápido.:)
EliminarMira
ResponderEliminarMira
Mira, Cabrónidas
Que empecé por aquí cuando era otro mi plan porque no me pude contener.
No hay vez que no me saques una sonrisa. Sí, ya sé que repito mucho esto pero sabrás que también estoy camino a la senectud. No, cuál camino, ya estoy en ella. Tienes la boca llena de razón y a la vez de sinrazón, una combinación por demás simpática. Y mi madre, esta música me hace pensar que tienes una prisa terrible junto con la sensación de que el mundo se acaba dentro de cinco minutos. Qué le hago, es lo que siento.
Ya sabes que nunca tenemos que dejar de reír, sobre todo de nosotros mismos. En cuanto a nuestras vidas... Creemos que las controlamos y pueden cambiar en cuestión de minutos. Sea cómo sea, prisa ya no: mejor detenerse en el camino y difrutar del paisaje. ;)
EliminarPues me pasa lo mismo, maduro con la vejez, sobre todo en tomarme las cosas con mas calma, pero también me asusta que me quede algo por disfrutar.
ResponderEliminarSiempre quedará algo por disfrutar: el próximo libro, el próximo viaje, el próximo concierto. A mí no me asusta, pero me jode. :)
EliminarPues a mí me hace ilusión lo de madurar, pero envejecer ya no me hace tanta gracia.
ResponderEliminarBesos.
Gracia, lo que se dice gracia, no hace. ¿Pero qué es sino la mortalidad del humano?
EliminarLo ves... yo ya nací madura y así me va... con complejo de Benjamin Button.
ResponderEliminarQué extraño caso el de Button, aunque me identifico más con Peter Pan.;)
Eliminar... y a mi que no me extraña... jajaja
EliminarMás razón que un santo, aunque de eso poco somos.
ResponderEliminarTardé en comprenderlo, pero nunca es tarde si la dicha es buena.;)
EliminarOjalá tener la madurez de un niño de cinco años...
ResponderEliminarAl mundo le iría mejor, ¿verdad?
EliminarA mí no me cabe duda...claro que se puede estar en desacuerdo...
EliminarPor supuesto.:)
EliminarBueno envejecer y madura parece un oxímoron. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola, Carlos. Todos envejecemos, pero madurar... algunos.
EliminarA mi esa frase me parece una de las culpables de tanta frustración que tenemos encima. Todo debe ser una experiencia, todo debe tener un sentido... a veces conviene aburrirse, es bueno tener un día por delante sin nada que hacer, de ahí suelen salir cosas buenas... No sé, nos hemos vuelto un poco gilipollas :)
ResponderEliminarYo creo que siempre lo hemos sido, y mucho. Lo que pasa que desde la aparición de las redes sociales, podemos dejar prueba innegable de ello.:)
Eliminar"Mi misión es matar el tiempo, y la del tiempo es matarme a mí. ¡Qué cómodo se encuentra uno entre asesinos!" (E. M. Ciorán)
ResponderEliminarTranqui, nadie que esté en Blogger a día de hoy es joven, estamos todos pasados de vuelta, en el D.N.I. o en el espíritu, indiferentemente.
Sí, los jóvenes quieren velocidad e inmediatez. Eso nolo ofrecen los blogs.
EliminarMe hiciste recordar una peli genial de Saura: Deprisa, deprisa... No voy a spoilear, pero parece que lo de las prisas no termina bien...
ResponderEliminarNo, desde luego que no. Buena película, por cierto.
EliminarEstás madurando? Seguro? No serán gases? jajajaja
ResponderEliminarNo, no. Los gases los expulso allí donde me vienen, que soy muy mal educado. :D
Eliminar