Todo es cíclico, porque pasó el otoño del que ya hablé. Porque pasó el frío invierno, duro como una erección matutina y largo cual polla senegalesa. Y llegó la primavera, sí. Llegó con las jodidas pelusas de los plataneros híbridos inundando los paseos de la ciudad. Con su impredecible equilibrio entre frío y calor, y sus irritantes pólenes alergénicos, jodiéndonos el lagrimal y la mucosa respiratoria.
Llegó la primavera como la hermana de la aceptación y la tendencia, porque ahora toca anticiparse al verano y rendirse al estímulo constante, subliminal y siempre excesivo, que sugiere que te vendas al estereotipo y seas otro cuerpo que explota su autoestima en el gimnasio, para que desaparezcan esas grasas mal metabolizadas y así observarte en el espejo hasta dar con el envoltorio propagandístico.
Llegó la puta primavera como ese espejismo de preludio y posibilidad, donde parece que todo puede ocurrir y nada ocurre. Como la estación predilecta de las vidas rotas que dará cobijo, una vez más, a todos los suicidas en su tramo final. Llegó la puta primavera como la época engañosa de las fragancias que, nada más nacer, morirán asfixiadas por la goma quemada de los neumáticos. Como esa fuente de luz y color de la que brotan promesas de amor eterno, que serán rupturas prematuras acuchilladas por despecho.
La puta primavera llegó, a fin de cuentas, con sus dulces encantamientos de naftalina y mierda seca.
Puede ser mentirosa, puede estar plagada de falsas promesas...pero es que a mí la primavera me desaletarga. ¡Qué se le va a hacer! nunca «estaciona» a gusto de todos...
ResponderEliminarYo es que soy más de verano.;)
EliminarNo has podido estar más acertado, solo te faltó citar los dolores de cabeza que traen esos rayos de luz que no sé por qué en esta época parecen espadas que atraviesen las pupilas :)) :))
ResponderEliminarSAludos.
Es verdad, se me pasó. En verano se acentúa, pero nada que no solucionen unas gafas de sol adecuadas.:)
EliminarLeo "parece que todo puede ocurrir y nada ocurre..." y pienso: a esta altura, que no ocurra nada ya parece buen negocio...
ResponderEliminarBien mirado, puede que tengas razón.
EliminarA mi me gusta la primavera, el verano, el invierno y el otoño, a todas las estaciones les saco partido.
ResponderEliminar¿No hay una estación que te guste más o menos?
EliminarA mi no me hace falta calendario, en cuanto me pican los ojos y no dejo de estornudar ya sé que estamos en primavera, en la puta primavera :)
ResponderEliminarLos calendarios son teóricos, desde luego, pues te dicen que el invierno es la estación más corta. A mí se me hace la más larga, pero sabes a qué atenerte. Con la puta primavera, no. :)
EliminarLo que más me jode de la primavera es que me obliga a dormir una hora menos con el cambio del horario, y que es portadora del día comercial de la madre. Si no fuera por eso tendría un pase.
ResponderEliminarBueno, el cambio de hora solo supone un día de adaptación. A todo lo demás que conlleva cuesta más adaptarse. :)
EliminarAhora que llegó hay que esperar a que vuelva a irse. Después de todo, siempre hace lo mismo, la muy...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hola. Un ciclo interminable que al menos para nosotros, un día u otro se acaba.
EliminarBueno, eso es señal de que seguimos aquí un año más. Aunque no sé si eso es una buena o mala noticia.
ResponderEliminarBesos.
Para la salud del planeta diría que es mala.:)
EliminarBueno, la primavera ha llegado pero ha tenido literalmente un minuto de gloria, porque estos días ya hace 40 grados, que lo llames como lo llames es verano. Va la cosa a un ritmo que si parpadeas te lo pierdes.
ResponderEliminarSpeedy
Sí, es verdad. Las estaciones se escapan del calendario.
EliminarVeo que no eres muy fan de la primavera/verano. La verdad, yo tampoco. Donde se ponga el frío, la manta y el abrigo, que se quite el bikini/bañador, ventilador y las chanclas. No soporto sudar sin hacer nada para ello, y sufrir tener alergia, así que deseando estoy que sea octubre otra vez.
ResponderEliminarSobre todo me irrita bastante ese desequilibrio entre frío y calor. En mi caso el verano me gusta mucho, aunque sea achicharrante . :)
EliminarAyyy, Cabrónidas, déjate seducir por lo bueno de la primavera, no veas lo malo y verás cómo la disfrutas más. Sobre todo porque es antesala del verano, ¡biennnnn!
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Que anteceda al verano es lo único bueno que le veo. Bueno, también la prefiero antes que al invierno. ;)
EliminarCabrónidas… hay que ver cómo lo haces para que incluso el lagrimal reventado por alergia suene a manifiesto existencial.
ResponderEliminarEste texto no es una bienvenida a la primavera, es una emboscada. Has convertido una estación en una trampa emocional vestida de flores baratas y humo de tubo de escape. Y lo has hecho con esa mezcla tan tuya de poesía furiosa, verdad cruda y sarcasmo que raspa.
Lo de la "hermana de la aceptación y la tendencia" me ha dejado pensando más rato del que me atrevo a confesar, y ese cierre con la mierda seca y la naftalina... brillante. Primavera en clave Cabrónidas: nada ocurre, pero todo sangra.
Y mira, yo hace años que ya no “siento” las estaciones. Las veo pasar, sí, pero no me tocan. El tiempo, como sabes por cómo escribo, para mí no es lineal ni obediente, sino algo onírico, dislocado, a veces roto y a veces en bucle.
Disfruto mucho leyéndote: porque tu estilo no solo se lee, a mí me contagia. Y me lo llevo puesto, como quien sale de un sitio lleno de humo y se da cuenta horas después de que todavía lo lleva pegado en la ropa.
Un abrazo áspero y sincero, como el polen que no perdona.
Me alegro de que disfrutes de la narrativa esquizofrénica. En cuanto al tiempo, ya he visto que juegas con él a tu antojo. Seguro que no hay dimensión que se te resista.:)
EliminarMe encanta el desenfado con el que escribes: "...erección matutina, polla senegalesa..." jajaja. Me encanta... En fin, bueno yo no la veo tan mal, excepto que no se define mucho, como que tiene un conflicto de personalidad, se le olvida que el invierno ya pasó y que el verano aún no llega y pretende a veces, ser ambos. Descolocándonos un poco. Eso que mencionas de las personas que empiezan sus esfuerzos para llegar dignos de un anuncio al verano es muy cierto. Bueno, que cada quien haga como guste, tampoco podemos estar juzgando a todo el mundo. (Al final ni llegan de anuncio y solo dejaron de disfrutar la vida), uf creo que ya los juzgué jajaja. Esperemos que esta "primaveraotoinvi" pase rápido...
ResponderEliminarMás que juzgar, tan solo soy un narrador fidedigno. Celebro que te gustara. Hay que escribir como se habla, a veces. :)
EliminarHola Cabronidas, jajaja, creo que todas las estaciones tienen su parte puñetera y su parte buena, la primavera que la sangre altera o no, depende. Un abrazo🙂
ResponderEliminarSe nota que, si bien la soporto, no me gusta nada, eh. :)
EliminarMe quedo con "(...) las fragancias que, nada más nacer, morirán asfixiadas por la goma quemada de los neumáticos", como frase estandarte del conjunto. La contaminación es lo que más me repele en primavera, no la estación en si, sino ese aire plagado de partículas enemigas dirigidas hacia el hipotálamo para hundir tus expectativas de oler bien el ambiente y disfrutar de esencias sutiles. Hay momentos en que esa influencia resta parte del esplendor y cabrea. Pero yo no lo enfoco como una estación de mierda, sino como una racha de posibles alergias y reacciones adversas del ego que pueden conducir a un incómodo letargo. En ese sueño inducido, morirán muchas "promesas de amor eterno que serán prematuras acuchilladas por despecho".
ResponderEliminarHola, Marcos. Alguien tenía que hablar de la otra cara nada amable de la primavera; que la tiene.:)
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