Consciencia.
Recuperas la certeza de tu existencia mediante una compleja reprogramación vital en la que antes no había nada. No sabes cómo has llegado hasta aquí. No tienes recuerdos, salvo algunas imágenes que te parecen fotogramas de una vida que no reconoces: la onda expansiva de una explosión devastando todo a su paso, y tu cuerpo pulverizándose en medio de un infierno. Todo concentrado en un segundo que dio paso a un final inesperado y abrupto.
Despertar.
Emerges de una pesadilla de profundidad abisal, donde te contemplabas a ti misma en un sobrecogedor silencio cósmico, ingrávida en el vientre materno cuando todavía estaba todo por empezar. Te encuentras en posición horizontal bajo el techo de una sala de luminiscencia azulada, fría y aséptica. Un silencio intranquilizador ocupa la estancia, roto por quedas intermitencias electrónicas de una avanzada tecnología que te rodea.
Reconstruida.
No sabes quién fuiste; no sabes quién eres. Tratas de obtener respuestas intentando retrotraer tu nueva consciencia a un pasado que ya no existe, y te pierdes en la ausencia de los recuerdos que ya no están. Despiertas y te ha parecido el letargo finito de toda una vida y te miras a ti misma sin reconocerte, reconstruida en una inquietante anatomía sintética de tejido y sangre, automatismos y ciencia, cuya única humanidad reside en esa pequeña grieta que empieza a abrirse en lo más recóndito de tu mente.
Creo que hubiera preferido no recuperar la consciencia, despertar y ser reconstruida, es demasiado grande la sensación de angustia que siento en el pecho, o lo que sea que ahora tengo en su lugar.
ResponderEliminarBesos.
No tiene que hacer nada de gracia, la verdad.
Eliminar¿Dónde reside la consciencia? ¿Acaso no es fruto inherente de esa compleja programación vital, química y orgánica? ¿Por qué nos gusta pensar que somos algo más que un montón de fluidos y tejidos sin propósito ni dirección?
ResponderEliminarEn fin, maravillosamente escrito. Dan ganas de abrir debate.
Pero si los debates son muy cansados, Kiffi. Celebro que te haya gustado y tomo conciencia de ello.
EliminarMuy inquietante tu relato de hoy. ¿Qué pasaría si los habitantes planetarios perdieran la consciencia? Voy a emplear tiempo en pensar sobre ello.
ResponderEliminarA veces dudo que la tengan.
EliminarBarrunto, por lo que dices, que yo ya estoy (o ya me están) en la fase "reconstruido". Me han aletargado, mi anatomía sabe mondongo y noto esa grieta que dices en el torrao.
ResponderEliminarSabe a mondongo
Eliminardiego, haré una recopilación de esas palabras en desuso que utilizas, ricas y peculiares, y haré una entrada con ellas.:)) Lo merecen, sin duda.
EliminarEstremecedor. La resurrección está desprestigiada
ResponderEliminarHumanos reconstruidos que han sido destruidos...
EliminarUfff la cancion es brutal, tal y como la as escrito
ResponderEliminarSí, el video, muy perturbador, inspiró la entrada al cien por cien. Si a eso le sumas el tema musical, ya de por sí soberbio, tienes un vídeo musical inmejorable. Solo genios como Devin Townsed (vocalista, guitarra y productor), en una misma canción fusiona una bella melodía con el caos y te lleva del cielo al infierno.
EliminarQuise acercarme y aprendí mucho al leerte... "inquietante anatomía sintética de tejido y sangre", un despertar difícil, pero quizás, al ser diferente, podría ser algo extraordinariamente brillante ... sin memoria. Genial.
ResponderEliminarBueno, no sé si aprenderás algo, pero agradezco tu acercamiento y que hayas disfrutado la entrada.
EliminarNadie dijo que vivir fuera fácil
ResponderEliminarY hacerlo en esas circunstancias diría que acrecienta la dificultad. Cómo sería vivir sin recordar tu pasado.
EliminarEsto me ha resultado estremecedor. Abismal distancia entre vivir o padecer sin tregua en un abismo.
ResponderEliminarEstupendamente redactado. Gracias...
Mejor que nunca lo sepamos. ¡De nada!
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EliminarMejor no llegar a ese extremo, a mi que no me recompongan.
ResponderEliminarLa ciencia y la tecnologia, que se empeñan, ya no en alargar la vida, si no en la resurrección.
EliminarExcelente microrrelatos, escenarios posibles en un futuro no muy lejano, si es que no son ya parte del presente.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Creo más bien parte del presente, pero los que manejan no nos lo dirán.
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