Ya lo dijo el sabio Gustavo —una rana verde muy instruida— y no Petete —un pingüino rojo muy culto—, que si alguna vez un marciano avistara la Tierra y quisiera saber quiénes y cómo somos sus habitantes humanos, lejos de acercarse y tomar contacto, no tendría más que desentrañar, hasta el fondo, los siete pecados capitales.
Después de semejante tortura didáctica y no morir de horror, el marciano tendría de nosotros un conocimiento inequívoco y aplastante. Y de inmediato, como que no hay que correr riesgos innecesarios, el marciano regresaría a su galaxia y comunicaría a los suyos que no valemos la pena.
Ah, bueno. Tú, sí, claro. Porque tú, de los siete pecados capitales, nada, eh. Ni que hubiera setenta y siete, ¿verdad?, cuando seguro eres el que más tiene que callar, ja, ja, ja.
Cuánto resta por "progresar" a la humanidad que seguimos discutiendo cuestiones nimias como los pecados y sus posibles castigos...
ResponderEliminarSaludos,
J.