Es posible que alguna vez yo haya pervertido el lenguaje en favor de arrimar la sardina al ascua que más me ha convenido. Como todos. No pasa nada: nadie es perfecto. Y dudo mucho de que Ángel Gaitán simpatice con el fascismo, o defienda a ultranza la existencia de la Fundación Nacional Francisco Franco, por ejemplo.
Por mucho que las retorzamos a conveniencia —sinónimos incluidos—, las palabras siempre van a significar lo que significan. Basta con mirar el diccionario. Tampoco hace falta ser muy largo de sesera para entender lo que ha querido decir Ángel Gaitán. Y ahí está el problema: que entendemos lo que queremos y como queremos.
Me pregunto si también se entendería que una persona mediática saliera en un programa de televisión de máxima audiencia, desplegara la Señera y se declarara golpista y separata, y se vanagloriara de romperse los cuernos día tras día en Valencia como, por ejemplo, hace Ángel Gaitán.
Tengo mis dudas, la verdad. Salvo que esa persona, a mi modo de ver y al igual que Ángel Gaitán, quedaría retratada como un monguer, retarder, demagogo y bocachancla. ¿Acabo ahora mismo de retorcer el lenguaje?
No me cabe duda de que hay pajilleros del caudillo y de la cruzada de Pelo mocho arrimando el hombro como el que más. Y tanta falta hace los unos como los otros, y los que no son ni una cosa ni otra. Los que sobran son los gilipollas, de modo que, Gaitán, no seas uno de ellos.
Bien dicho.
ResponderEliminarGracias por mantener vivo el sentido común.
Gracias a ti por tu información bloguera de primera mano, Kiffi. Me voy a sobarla que salgo temprano.
EliminarComo no se quién es el Gaitan que nombras, ni que ha dicho, desde B. Aires no se saben muchas cosas. Sí, he sabido el drama de los valencianos, dejo mi respeto a todos ellos y te saludo.
ResponderEliminarmariarosa
Hola, mariarosa. Para saberlo, no tienes más que clicar las letras resaltadas en negrita. :)
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