De igual modo, hace ya bastante tiempo que dejé de grabar y fotografiar los trozos de mundo, conocidos y desconocidos en los que he estado. Como también cualquier tipo de manifestación natural, animal o humana que ocurra a mi alcance. Hoy en día, mi móvil no es más que una polivalente herramienta de comunicación-gestión.
Los únicos recuerdos que poseo están en el lugar más inaccesible de mi mente. Sólo presentes para mí, con sus significados profundos e intangibles. Algunos de ellos ya han desaparecido y otros no se van aunque quiera. No puedo hacer con ellos como con las cosas materiales. No logro sacarlos de mi interior y darles la espalda.
Y si algo tengo prodigioso es la memoria y la capacidad de recordar, incluso cuando no quiero. Es una maldición.
Hay queb Soltar ...
ResponderEliminarMe acordé de la canción del Li ro de la Selva :))
Este post tiene un mood liberador
No se si es generacional ... o el sindrome de Diógenes es de generaciones antes
Y deguro me estoy equivocando.
:)
Lo del Síndrome de Diógenes es todo un problema. Es un nivel superior.:O
EliminarLo sé, sé que tu memoria es prodigiosa. Sí, sin duda a veces debe ser muy duro, pero otras alucinante... es una experiencia que nunca he sentido, la mía es de pez, mi ración te la dieron a ti : ) aun así, tampoco guardo nada especial.. bueno sí, algunas cositas insignificantes, pero no tengo demasiado apego a lo material y menos mal, olvidaría donde lo guardo : )
ResponderEliminarLa memoria va desechando recuerdos a su antojo. Supongo que de alguna manera necesita limpiarse.:)
EliminarUna maldibendición, así le llamo yo a mi memoria. No sé si es prodigiosa mi memoria, pero es capaz de reproducir conversaciones enteras que han tenido lugar hace años, es capaz de recordar hasta lo que se desea borrar.
ResponderEliminarEn ocasiones mi gran memoria me ha servido de mucho, en otras me ha jodido a base de bien. En otras me ha hecho reír de lo lindo, cuando descubres a alguien que te está mintiendo, su mala memoria les traiciona jajaja
Estoy trabajando el tema de mi síndrome sentimental de Diógenes.A veces me cuesta desprenderme de cosas, no porque me guste atesorar sino porque cada objeto me lleva a una persona a la que he querido o ha significado algo en mi vida , y aunque no necesite de algo tangible para recordarlas, al desprenderme de ese objeto es como si las matase un poco, no sé, tonterías mias.
En cuanto al síndrome de Diógenes de mi cabeza, ahi va por libre y los recuerdos se almacenan a su antojo, deben encontrarse muy agustito ahí dentro todos apretujados.
Yo creo que a estas alturas ya no sabría ser un desmemoriado. Sería como una especie de constante desorientación.
EliminarEstoy de acuerdo. Además la memoria va a su aire, dudo podamos hacer algo para no tener buena memoria.
EliminarPero hay una pregunta que siempre me ronda la cabeza, ¿las personas con buena memoria, sufriremos más la pérdida de memoria que trae los años? Quién no tiene buena memoria, quién nunca recuerda casi nada, imagino que esa falta que te trae la 3era, 4ta o 5ta edad, casi ni lo notarán.
Beso, mi memoria me recuerda que me gusta darlos, tú puedes hacerme la cobra si quieres jajajaajajajaja
Supongo que habrá que adaptarse llegado el momento. Al fin y al cabo la vida es adaptación, y el humano acaba por adaptarse siempre. Los recibo con agrado, sin "cobrear".:)
EliminarTu memoria se ha tenido que espabilar. Como no guardas nada material... Pero desde luego es una suerte. Caminas más libre sin tanto lastre. Debería copiarte un poco, no guardar tantas cosas innecesarias. A riesgo de acabar con el síndrome de Diógenes.
ResponderEliminarSer pragmático tiene sus cosas buenas. Tendrías que probarlo. Aunque tienes que saber muy bien lo que tiras.:)
EliminarAquellos recuerdos que se olvidan será por alguna razón. Otra cosa es que la memoria no funcione como debiera. Yo prefiero acumular recuerdos en forma de fotos, libros, escritos, no me fio de mi memoria
ResponderEliminarSí, es imposible recordarlo todo. La mente tiene que refrescarse y activa sus mecanismos. Un día u otro, por ejemplo, el blog acabará siendo un recuerdo. Uno no material y a la vez visible.
EliminarLa mejor cámara fotográfica o de vídeo es la mente. Yo soy así, minimalista, despegada a las cosas y vieras que libre me siento.
ResponderEliminarAbrazo.
Sí, es la mejor. Aunque va por libre la mayoría de veces.:)
EliminarVaya, reconozco entonces que estamos en polos opuestos en términos de apegos materiales y recuerdos. Aunque me gusta mantener el orden y deshacerme o donar lo que ya no estoy usando de ninguna manera, siempre hay algún objeto que se queda por el tema del apego. Lo mismo con las fotos, de tanto en tanto me gusta mirar el carrete de mi móvil y ver las fotos y vídeos del último año. Aunque la mente pueda guardar imágenes, en ese sentido es mucho más eficiente una cámara de fotos jajaj Otra cosa es que los recuerdos asociados a ellas están en nuestra memoria, eso es así. Lo de la despersonalización doméstica me ha quedado K.O. porque no me había planteado nunca ese concepto. Igual te permite vivir menos en el capitalismo de "mira lo que se ha puesto de moda en temas de interiorismo, cómpratelo" y esas historias.
ResponderEliminarTengo algunas fotos en el móvil. No creo que lleguen a cuarenta, y son bastante viejas. En cuanto al piso donde vivo no hay ningún tipo de adorno, no hay cuadros ni relojes de pared. Todo lo que hay tiene una utilidad práctica y precisa.:)
EliminarYo antes acumulaba muchas cosas, un adoquín de praga, un mapa de francia... libros, muchos libros. Todo parecía importante, vital.. Tras un par de mudanzas me deshice de casi todo, descubrí que no lo necesitaba...
ResponderEliminarQuedan los recuerdos, eso sí, por suerte tengo una estupenda mala memoria... lo olvido casi todo y así puedo empezar mi vida desde cero cada poco tiempo ;)
No obstante, Beauséant, no dejes de hacer fotos, puesto que son magníficas.
EliminarDicen que escribir las cosas ayuda a fijarlas en la memoria pero en mi caso creo me relaja saber que las tengo apuntadas y entonces mi mente no hace el esfuerzo por recordarlas...
ResponderEliminarMe da miedo olvidar, lo reconozco.
Besos.
En ese aspecto la mente va un poco por libre y va seleccionando lo que se recuerda y lo que no.
EliminarPues este artículo tuyo podría ser la coletilla del que publicaba yo sobre el postureo. Por mucho que la memoria sea una amante cruel hay que reconocerle ese sabor íntimo y exclusivo que nos proporciona, incluso con su bombardeo de recuerdos a veces edulcorados y amañados por nosotros mismos, siempre ofrece un lugar con sombra para respirar.
ResponderEliminarSí, muy cierto. Es algo que nos vienen de serie y no tiene nada que ver con el postureo globalizador.
EliminarEstá muy bien ese minimalismo que practicas. Las posesiones materiales pueden tener mucho poder emocional sobre nosotros y eso puede llegar a convertirse en un problema.
ResponderEliminarYo no soy tan desapegada como tú pero tiendo a ello.
Una entrada que da para mucho reflexionar.
Saludos!
Hola, Ángeles. Puede que sin darnos cuenta tendemos mucho, por inercia quizás, a acumular cosas que en realidad no necesitamos. El apego emocional es más fuerte que el práctico.
EliminarLeyéndote he recordado un post que tengo en borradores y que nunca encuentro el momento de hacerlo ver la luz.
ResponderEliminarSolía coleccionar cosas de joven. Y admito que aunque nunca he estado muy apegada a nada, me sirvió para inmunizarse de espanto cuando con veintipocos volví un día a la casa familiar. Y mis padres se habían desecho de todas mis pertenencias. Jamás he tenido apego a nada más.
En fin...creo que envejecï cuarenta años de golpe aquel día. Jejeje...
Quizá pensaron que no ibas a volver, pero la vida hace requiebros y giros inesperados. De todas formas si tus pertenencias no se fueron contigo cuando te fuiste, a lo mejor no eran tan importantes, sólo que aún no lo sabías.:)
EliminarBueno... Vivía aún en esa casa. Solo que por trabajo me pasaba unos ocho o nueve meses fuera. Pero un día al volver mi habitación no existía y solo habían dejado algunas ropas y enseres que nunca entendí la lógica por la que guardaron eso y tiraron todo lo demás. En fin.... Cosas que pasan y como dice el refrán: lo que no te mata te hace más fuerte. 😁😉
EliminarYo creo que llamamos minimalismo al hecho de no caer en la acumulación tan habitual, yo lucho por mantener lo imprescindible pero no me resulta fácil.
ResponderEliminarCoincidimos en lo de sacar fotografías o grabar, también prefiero no perder el tiempo cuando lo puedo almacenar por mi misma, aunque alguna foto cae de cuando en cuando. En cuanto a los recuerdos que nos pesan, yo creo que más que olvidar viene bien aceptar que sucedió así, que la vida reparte las cartas y que a veces no damos para más en un momento dado. Juraría que es la única forma de deshacer la maldición.
Suena bien la canción de Iron Maiden, triste y esperanzada a la vez, un besito perezoso de lunes!!
Sí, lo has descrito muy bien. Es una maldición fácil de gestionar. Los lunes sí que son una maldición, más que un proyecto.:)
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