23/10/23

285. El susto

    Sábado por la mañana. Más o menos sobre las 11,45 PM.    

    La chica, de unos veinticinco años de edad, andaba tres o cuatro pasos por delante de mí como si tuviera prisa. Al parecer íbamos en la misma dirección, cuando yo me detuve como indica la luz roja del semáforo peatonal. Por el contrario, ella hizo caso omiso y cruzó, no sin antes mirar a izquierda y derecha sin apenas detenerse. 

    Es decir: que la jovencita era imprudente pero no del todo idiota.

    La carretera donde ocurrió el susto está constituida por cuatro largos carriles —dos para cada sentido—, en los que la mayoría de conductores circulan a unos ochenta kilómetros por hora, cuando debieran hacerlo a una velocidad máxima de treinta, tal y como indica la señal circular, roja y blanca. 

    Es decir y digo: también hay conductores imprudentes cuya idiotez es ecuánime a la de los peatones que van de listos.

    No lo achaco a un problema de daltonismo extremo. Supongo que la muchacha calculó mal, o el despiste la cegó y no vio al conductor que para no arrollarla, tuvo que bloquear de un pisotón las cuatro ruedas de su vehículo, el cual se desplazó unos tres metros en su sentido de marcha con un tremendo aullido de neumáticos, que sobresaltó a la concurrencia cercana, así como a la joven, pese a los auriculares que llevaba puestos.

    Del coche se bajaron, a medias, tres chavales de edad similar a la de la chica, y por lo visto más pálidos y afectados que ella. El conductor, un tanto desencajado, le imprecó: «¡Madre mía, retrasada, te podría haber matado y me habrías jodido la vida!». Desde la otra acera y ocupando gran parte de ella, una obesa sin rasgo alguno de femineidad intentó equilibrar la balanza de la culpabilidad: «¡Oye, oye, que vosotros tampoco ibais pisando huevos, eh!». Entonces intervino un sensato nonagenario con boina, sentado con pose monárquica en uno de los bancos próximos: «¡Niña, que eres muy joven para el suicidio!». Luego, a modo de brindis alzó su lata de birra destellante al sol, y continuó con su voz cascada: «¡Lucha por la vida, lucha!», y empezó a toser como si él también tuviera que luchar por la suya. 

    Al cabo de aquel minuto intenso y un tanto surrealista, la muchacha reemprendió el paso casi a la carrera con el llanto contenido en los ojos, y los chavales hicieron lo propio, aún blanquecinos y exaltados. Yo crucé con el semáforo peatonal en verde, pues la estima que tengo por mi pellejo es superior a la imprudencia e imbecilidad que pudiera tener.



26 comentarios:

  1. Pocas cosas pasan para las imprudencias que vemos a diario. Y esos personajes puede que olviden el susto antes que tú y sigan chuleándole a la muerte.

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    1. Seguro. Ese tipo de imprudencia sólo se cura después de una larga estancia en el hospital.

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  2. He pasado peligros como peatón, pero no como ese. Creo que me habría meado allí mismo.
    Y pasé uno similar como conductora, con un yonqui que se tiró al asfalto porque aunque hubiera mirado, no habría visto nada, y no me meé de casualidad. Se pasa mal.

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    1. Sí, se pasa muy mal. Vi más afectados a los del coche que a la chavala, que con toda seguridad gastó allí su comodín de la buena suerte.

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  3. Debo confesar que yo soy del tipo de esa chica, de hecho me ha ocurrido eso en alguna ocasión, algunas veces por mi imprudencia y otras por las de los demás... me cuesta esperar, frente al semáforo y en cualquier circunstancia y sí, quizá un día no siga teniendo suerte como hasta ahora, si no vuelvo por aquí ya sabes ; )

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    1. Jajajaja, joder. ¿Por qué lo hacéis? Para mí resulta una conducta del todo incomprensible.

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  4. El susto que relatas es criminal, tuviste que quedarte blanco. Lo de cruzar cuatro carriles en rojo, salvo que no haya nada de tráfico, es bastante temerario, menuda tensión sobre todo en los implicados, les podía haber cambiado la vida en un instante, sí.
    Yo creo que ni como peatones, ni como conductores respetamos siempre las señales, igual hay alguien pero imagino que pocos. En cualquier caso hay una medida que no se puede rebasar, por la cuenta que nos tiene a todos.
    La canción suena bien aunque la letra parece un tanto suicida, muy apropiada ji,ji.

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    1. Por suerte es una canción, y espero no tener que ver que la letra se traslada a la realidad.:)

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  5. Bueno aquí es fácil que se te lleven por delante incluso esperando a que el semáforo te dé el verde para pasar... porque el carril bici va a su bola y por las aceras vamos sorteando al destino. Un sin vivir!! Y no cuento ya con las puñaladas traperas, ni con las macetas ni con el rayo travieso, que a un amigo senderista se lo llevó un rayo. Me reí porque no me lo creía, pero fue tan cierto que estuve en su entierro. Si no somos na, y la vida son dos días, y uno te lo pasas en urgencias ;)

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    1. Vaya, pues. No tuvo la suerte de Roy Sullivan, un guardabosques que a lo largo de su vida sobrevivió al impacto directo de siete rayos, entre 1942 y 1977.:O

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  6. HOy, pareciera que los jóvenes asumen muy social, pasearse, escuchando música por lsa calle, con los audífonos meteidos hasta el yunque, como si fuera un pene audiivo. Un abrazo. Carlos

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    1. Hola, Carlos. Demuestran tener un extraño irrespeto por su vida poniéndose en peligro de ese modo. Pobres cabezas de chorlito.

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  7. Me encantaba esa canción, era la que llevaba siempre puesta cuando volvía a casa un poco tarde :)

    Me ha gustado la escena costumbrista que nos has traído hoy.

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    1. Fue tal cual y supongo que es una situación que se repite a menudo en cualquier lugar. Tardaré en olvidar al abuelo.:)

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  8. Esas carreteras de varios carriles son peligrosas de narices para cruzar. A mí casi me llevan por delante en una cruzando por un paso de cebra, menudo susto

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    1. Es todo un misterio el porqué de esa conducta. Aunque no es equiparable al de quienes nunca utilizan los intermitentes en las rotondas.

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  9. Cabro, ¿has visto las vistas aéreas de los pasos de cebra triples convergentes en China? Pues eso :) Tengo una amiga (muy divertida por otra parte) que dice que si un semáforo está en lo que ella llama "rojo reciente", se puede saltar :)

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    1. Jaja, sí. Se podría dar una gran matanza en esos pasos de cebra. Lo de "rojo reciente" es algo con lo que me voy a reír durante mucho tiempo.:))

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  10. Con tanto carril para coches, bicis, patinetes, runners y demás, al peatón cada vez nos lo ponen más difícil. Entiendo a todas las partes, la verdad.

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    1. Es una temeridad de tantas que hacemos, aunque yo ahora cada vez entienda menos por qué las cometemos.

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  11. Lo de los cruces es tremendo, si no son los coches son las bicis o los patines del carril bici que pasan de los semáforos... claro que algunos peatones también (hemos llegado a la imbecilidad en algunos sitios de escribir en el suelo que no mires el móvil para cruzar, si ya nos tienen que avisar hasta de eso tenemos una enfermedad importante)

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    1. Sí, por lo visto la tenemos. Estaba larvada y se ha despertado.

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  12. "¿Te podría haber matado y me hubieras jodido la vida?" Me enternece la empatía que desbordan esos chavales. Sólo le ha faltado añadir que por poco le roza el coche. Madre mía...

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    1. Lo dijo tal cual. Supongo que para el conductor, el hecho de matar por atropellamiento a un viandante, le supondría un cargo de conciencia insoportable, y esa fue la forma más suave de expresarlo.

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  13. Señor, qué cuadro en poco tiempo. (casi) Tragedia en tres actos. Desde luego que, a cada comentario, se le pueden sacar unas cuantas lecturas. Realmente me he reído un rato!! :D

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