Vivimos en un mundo podrido con los días contados. Las declaraciones del Papa no dicen nada que no sepamos, que es lo acostumbrado. Los noticiarios hablan —o no hablan— de los conflictos bélicos según el grado de importancia que conviene al interés geopolítico. Alá continúa sin repartir entendimiento a sus fieles, y Europa sigue siendo la eterna puta de EE. UU., ese gran abastecedor de armas.
Joder, acabo de hacer como el Papa, sólo que a él lo escucha todo dios y es más obvio y correcto.
Por si fuera poco, el verano acabó y varios subnormales volvieron de sus tropelías en la costa. De nuevo las ciudades se llenaron de coches equipados con potentes amplificadores, que cagan reguetón a gran volumen sobre la paciencia del prójimo. Otros retrasados, en una tarde temprana y de modo grupal, sin causa aparente se dieron de hostias en medio del paseo de mi ciudad.
Son claros indicadores de la degradación humana y social que estamos viviendo, aunque ni de lejos son los más preocupantes. Ya no existe lugar seguro y cualquiera puede ser una víctima propiciatoria. Y no porque una maceta pueda caer sobre tu occipucio desde lo alto de una construcción de ladrillo especulado. De repente y sin motivo, tanto puedes morir acuchillado como tiroteado. Cuando no, arrollado como un muñeco de cualquier zona peatonal por un coche homicida. Y todo eso porque estabas.
Hoy como otras tantas veces tengo que salir a la calle, y el día otoñal es plomizo y mustio, cargado de negatividad y apatía. El perro del quinto no para de ladrar en un reclamo de su paseo diario. Algo se tendrá que hacer con los putos dueños de ese pobre chucho al que parece que no le dispensan las atenciones adecuadas.
O quizá es que el perro tiene malas sensaciones y hoy no quiere salir.
Hay dos ideas en tu texto que me parecen fundamentales. Una es eso de "porque estabas". Mi madre decía: "donde está el cuerpo está el peligro", y añadía: "aunque te metas debajo del manto de la Virgen".
ResponderEliminarY si además, como señalas, cada vez hay más opciones de peligro a nuestro alrededor, generadas por los propios seres humanos en su deriva psicológica y social, cada vez seremos más vulnerables.
Y la segunda idea fundamental es que el perro de tus vecinos, y los animales en general, deben estar dándose cuenta de cosas que los ponen muy nerviosos.
Un saludo.
Hola, Ángeles. Así es con toda exactitud. Quizá el único lugar seguro ahora sea la primera vivienda. Quien la tenga, claro.
EliminarPor el peligro dejé de ver lugares seguros el día que se cayó un aplique gordo del techo por el ruido de la música. Me pudo dar en la cabeza poco antes y dejarme más idiota o eliminarme. En mi casa. Aún así hay horas, ciudades y momentos donde las manadas de descebrados buscan su sacrificio. Si las ves venir ya puedes correr.
ResponderEliminarNi siquiera ya en casa, Sergio, jajajaja. Aunque por elementos no humanos, o que tienen intervención humana indirecta.
EliminarEs lo que tiene estar vivo, y más en otoño con estos tiempos que corren. Aún así, todo puede empeorar, así que tómatelo con calma
ResponderEliminarLa vida mata, que dicen, pero que sea la muerte natural, y no la propiciatoria, la que nos venga a buscar. Creo que sí empeorará. Paciencia y resignación, pues.
EliminarBueno, Cabro, seamos optimistas. De momento somos mayoría los que no llevamos esos altavoces en el coche, ni armas de precisión al hombro, ni somos dioses de nadie, ni salvapatrias desalmados. Quiero pensar que al final ganaremos precisamente por esas razones.
ResponderEliminarConfiemos en que así sea y no bajemos la guardia. Esa clase de peligro no se ve pero está más presente que nunca.
EliminarAquí tb se nos ha caído el otoño encima de repente, solo q como no para de llover a mares, aún no nos han invadido los pandilleros, ni los reguetoneros, el clima no les va bien para el cutis, afortunadamente, los perros ladran de felicidad sabedores de q con la ley de bienestar animal les van a castrar, pero eso sí, tendrán una digna jubilación y abriguito de entretiempo...De Dios no te digo nada, me temo ha pillado un resfriado y una indigestión de nécoras y hace mucho q no se sabe nada de ahí que en Gaza y en Ucrania no dejen de chorrear sangre y tampoco nos libramos de q una rama, teja y a este paso tomahop no aterrice en el coco ...sea como sea , disfruta del finde, piensa q tenemos luz, agua y hasta paz, eso, comparado con lo q tienen los pobres palestinos es el cielo. Abrazo fuerte!
ResponderEliminarLo hago CABRO, siempre lo hago, sé que tú tb.
EliminarHay que ser de granito o acero inoxidable para no hacerlo... ; )
Respeto a la degradación humana y social que indicas que estamos viviendo, yo creo más bien que la humanidad en su conjunto es una especie muy agresiva desde siempre. "Homo homini lupus" que dicen. No hay más que pensar lo que ocurría en la Edad Media, que a nada que salías a por pan te violaba una horda de homínidos de esos de que se dicen homo sapiens, si eras mujer, o te robaban y empalaban si eras hombre. Hay un tipo con mucha cabeza al que sigo y tiene la teoría de que somos así de anormales (mi adjetivo, no el suyo) porque a lo largo de la evolución ser amable y considerado te llevaba a una muerte segura. Resultado, han sobrevivido los más bestias. Como consuelo, yo sí pienso que una parte de la humanidad ha evolucionado a mucho mejor y ya, ni estamos en las salvajadas de la Edad Media (al menos por estos lares) ni en una situación en la que tengamos que arrearnos con un basto como el de la sota para asegurarnos la supervivencia. Otra cosa es que la expansión del narcisismo y la desinformación, dos formas de cáncer social, efectivamente está creando nuevas hordas de sujetos descerebrados, pero la violencia que describes la veo más como un problema de orden público, que anda muy flojito precisamente por el descerebramiento generalizado. No sé si me he explicado bien o me hecho la pIch@ un lío. En fins.
ResponderEliminarTe has explicado muy bien y así es. Violencia y guerra son características propias de nuestra raza.
EliminarEsa sensación la tengo yo hoy. He tenido que parar a un coche en plan guardia de tráfico para que no nos arrollara a mí y a otras dos personas como a bolos, y estoy un poco rellenita, pero creo que sigo pareciendo una persona. Casi mejor haberme quedado en casa, pero luego allí también pasan cosas. Nunca se sabe. Como dices, pasan por le hecho de estar.
ResponderEliminarAl menos ha parado, y menos mal. Lo malo es cuando, no sólo no paran, si no que vete a saber por qué causa, pisan gas a fondo en el paseo más concurrido que encuentran.
EliminarCreo que paró porque si seguía avanzando nos empotraba a los tres con el coche de enfrente y él mismo podía salir mal parado . Si no llega a haber alguien para hacer un sandwich tampoco yo me habría puesto en ese plan chuleta. :S
EliminarLa ironía es un arma cargada de futuro... :))
ResponderEliminarNo sé yo dónde me espera LaCalaca, pero francamente espero no sea decapitada a manos de algunos de estos locos de Dios por haber defendido la libertad de culto, de expresión, y mi derecho a ser libre por ser mujer, y además gustarme bailar, y cantar, y cualquier tipo de música, y blasfemar. Seguros hoy por hoy, ya en ningún sitio, y a menudo nuestros refugios y nuestras cuevas sólo son trincheras que no nos salvaguardan de ninguna lacra ni buenismo. Como en la canción aquella, y con una difeerencia, yo ya ni Le pido a Dios...
Vivir es casi un acto inconsciente de valentía.:o
EliminarHay una cierta sensación de descomposición en la sociedad, ¿verdad? De algo que se rompe, se desmorona sin remedio. Los animales lo saben, los de cuatro patas, no los del altavoz. Tienen una especie de sexto sentido para esas cosas, ¿no te parece?
ResponderEliminarY tanto, Beauséant. También deben sentir impotencia: nada pueden hacer para remediarlo.
EliminarPor mi trabajo siempre estoy de acá para allá, y siempre dije que un día me iba a pillar en medio de "algo". Lo que cambia, a través del tiempo, es quienes están detrás de ese "algo"
ResponderEliminarSAludos.
Hola, Manuela.
EliminarDiría que detrás hay creencias, fanatismo, locura, ansías de poder...
Si todavía no lo conoces, te recomiendo escuchar el tango "Cambalache", la versión original. Solo eso.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Después de leer el comentario me he puesto a ello. Compuesto por Enrique Santos Discépolo y Raúl. El tango está impregnado de verdad en toda y cada una de sus letras. Gracias, José A. García.
EliminarYo aún no me he enterado de que se haya acabado el verano, vivir en el Este es un asco, yo que adoro el otoño, que de plomizo, nada. En el Este, el calor aún sigue haciendo de las suyas, de los 25 grados no bajamos y tras 6 meses de calor húmedo y pegajoso, estoy ya que me subo por las paredes. Algún día emigraré a otro lugar.
ResponderEliminarPaciencia, que ya mismo tienes un descenso de temperaturas otoñales.:)
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