Suicidas a parte, está claro que nadie desea una muerte prematura y mucho menos morirse, pese a la certeza de la muerte y lo asimilado de esta. Lo que no comprendo es qué hay de maravilloso en trascender nuestra propia mortalidad. Cierto que en esta vida hay mucha tristeza, desigualdad e hijoputas, pero también hay júbilos intensos y goces inolvidables.
Efímeros, sí, pero insuperables por su cualidad caduca: la lluvia cayendo a cántaros sobre un mar en calma; una brisa veraniega que despega el pelo de la frente sudada; el petricor llenando tus pulmones... Qué nos ofrece la inmortalidad y no envejecer, sino restar calidad a cualquier tipo de goce en favor de un sinfín de repeticiones que no harían más que desvirtuar todo aquello que sabemos finito.
La saciedad eterna de cualquier anhelo nos conduciría a un hastío insondable como el universo. Una vida sempiterna derivaría en una desgana rayana en la locura en la que olvidaríamos qué es la satisfacción. Y la ciencia que nunca se detiene, se empeña en ir más allá de la longevidad y de que podamos vivir más que un roble milenario. Y más que todo eso, no estamos preparados para ello.
Ni lo estaremos.
¿Quién no quisiera para sí el renombre de Cervantes, de Miguel Ángel, Wagner o las kardashian y trascender en el tiempo?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hola. Alguno habrá; yo no.:)
EliminarEl concepto de "inmortalidad" conlleva inevitablemente un extenso debate, si tuviéramos la opción, lo cambiaría todo. Y la panda de megamuchiricos que se ha montado el laboratorio para encontrarla (porque si, científicamente es, en teoría, posible) creo que no se han planteado en absoluto nada de ese debate, simplemente lo están intentando. Veremos si es verdad que todos vamos a morir.
ResponderEliminarYa ni siquiera estamos preparados para una vida finita, como para que la ciencia dé con la tecla, y obligue al humano a cambiar cuando no cambiará nunca.
EliminarJustamente hace unos días discutí sobre esto. Puede que sea viable científicamente, pero sería completamente antinatural romper nuestro ciclo.
ResponderEliminarAdemás de inviable, añadiría.
Eliminar¡Qué pereza! ¿Compartir hasta la eternidad con según que especímenes? ¿Otra vez? No.
ResponderEliminar¡Y qué pánico!
EliminarQjizás no pase lo de la oveja Dolly. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos
Bueno, lo de la clonación lo veo más posible, aunque a años luz de hoy.
EliminarNo estamos preparados para la eternidad... a mí me horroriza pensar en una vida de años y años... intentando retrasar el final, agobiandose por aguantar en el tiempo, por aguantarse unos a otros también...
ResponderEliminarBuff
Dónde quedaria aquello de "te amaré para siempre". Horrible, sin duda.
EliminarMe agoto solo de pensarlo.
ResponderEliminarBesos.
Hola. Es algo que nos supera.
EliminarY sería aún más terrible la perspectiva católica de *permanecer juntos hasta que la muerte nos separe*
ResponderEliminarAhí esta. Toda nuestra vida y todo lo que eso conlleva se fundamenta entorno a la muerte. La no muerte abre un melón inasumible.
EliminarVive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Pedro. A veces es preferible reducir la velocidad y contemplar el paisaje.
EliminarPara mi la inmortalidad es eso que comentan por ahí arriba, dejar algo tras de ti que te sobreviva. Que te sobreviva un tiempo, hasta Cervantes un día será olvido, el olvido es el lugar al que vamos todos...
ResponderEliminarNi más ni menos. Unos tienen que irse para que vengan otros. Todo ha llegar para luego pasar.
EliminarQué espanto ser eternamente yo!!!
ResponderEliminarNo lo había pensado: cansarse de uno mismo por ser eterno.
EliminarTengo una ilusión, y es vivir lo mejor posible, después ya veré.
ResponderEliminarPor eso es ilusionante; porque sabemos que se acaba un día u otro.
EliminarSobre este tema no tengo ninguna idea, porque no me he muerto, entonces no sé como será y de momento tampoco sé si soy inmortal por eso mismo. Así que tendré que esperar.
ResponderEliminarTodo eso que expresas, lo aplico en los que se han muerto y en el vacío que me han dejado. O sea mis sensaciones , filosofía, búsqueda de explicaciones de la muerte, es la otros, pero tampoco me han dejado pistas de inmortalidad. Vaya a saber.
Hasta dónde yo sé, la inmortalidad carnal no existe.
EliminarEternidad? Ni por todo el oro del mundo ( claro que yo soy del otro grupo, el que mencionas al principio de todo😁) y aun así me hace encantadoramente feliz mirarme al espejo y ver mis arrugas de señora madurita.
ResponderEliminarSaludos.
Hay que saber disfrutar del camino que nos lleva a la vejez.;)
EliminarVisto el mundo y sus gentes, mejor no alargarlo más de la cuenta. Mientras tanto disfrutemos del camino.
ResponderEliminar¡Esa es la actitud!
EliminarEso le leí el otro día a un médico, que genéticamente, nuestro cuerpo está diseñado para vivir 55 años y ahora vivimos 85 por los avances médicos, y que por eso muchas veces el final de la vida es tan tan tan tristísimo. Según como se llegue al final, mejor marcharse antes, pero mejor. Creo yo, vamos
ResponderEliminarSí, pienso igual. Para poca salud, mejor ninguna. O toda o nada.
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