Hoy me han enseñado cómo sacas pecho en todas y cada una de tus redes sociales por haber dado el paso. Cómo muestras a la masa de tus palmeros lo feliz que eres después de haber dejado a tu pareja. La misma de la que ahora echas pestes porque cuentas que te mereces algo mejor; porque dices que nadie tendría que pasar por lo que tú has pasado.
Pero no son más que mentiras y medias verdades, lo cual también son mentiras, porque fuera de las redes yo te conozco bien. Y sé que la persona que apartaste de tu lado no era perfecta; desde luego que no. Lo sé tan bien como que, aunque no lo cuentes —y ni falta que hace—, tú también fuiste un puto grano en el culo en la vida de esa persona.
Solo que ella no lo cuenta en sus redes sociales, quizá porque tiene más dignidad que tú.