Desde la entrada número 238 que no traía por esta bitácora a los Moscow Death Brigade. Esta vez vienen con su mascota reivindicativa y antisistema, inspirada en el logo de cierta marca francesa muy conocida.
El simpático reptil, sin pasamontañas pero con gafas de sol, acompaña al trío ruso en todas sus correrías nocturnas y diurnas, con un radiocasete a pilas, una cizalla y un monopatín. Lo primero es porque la música nunca puede faltar, haga lo que se haga. Lo segundo es por si hay que sabotear el tendido eléctrico de alguna zona estratégica estatal, inutilizar alguna alarma o abrir alguna puerta prohibida. Y lo tercero es por si hay que salir zumbando a causa de lo segundo.
Por lo visto, en la vida real no se llevan muy bien con el presidente de su país. Y hasta el día de hoy, sus identidades siguen siendo un secreto incluso para sus seguidores.
Hace dos años y medio tocaron en una sala de mi ciudad. Después del magnífico concierto que dieron, tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras amistosas con su mascota. Cuando se encuentra cerca, uno puede pensar que se va a abalanzar sobre cualquiera con toda esa amenazadora bocaza repleta de dientes. Pero al tercer chupito te das cuenta de que es un animal de paz, aunque muy comprometido con la causa.
De modo que no te intranquilices si te enteras de que tocan en tu ciudad. Lo único que puede pasar es que, al día siguiente, no funcionen los ordenadores del banco, del ayuntamiento, de la Policía o el SEPE. Pero, sin que parezca intencional, tu ciudad también lucirá un nuevo y bonito grafiti marca de la casa, MDB.
Nada como recibir el verano con un grupo musical de la fría Rusia.
Estridente y atrapante, aunque no sé por cuánto tiempo antes que estalle mi corazón.
ResponderEliminarHola, Maia. Salúdalos si tocan por tu ciudad. En el fondo son unos buenos chicos. :)
EliminarCabrónidas. Dices que esta banda, al parecer, no se lleva muy bien con Putin. ¿Y ha nacido alguien que sí? Va un abrazo del frío Chile.
ResponderEliminarJa, ja, todos sus palmeros, supongo. Y no son pocos.
EliminarLa verdad es que dan ganas de quemar contenedores con su música de fondo.. qué triste que nuestra máxima aspiración sea hundir el sistema porque ya hemos comprendido que es imposible cambiarlo, ¿verdad?
ResponderEliminarEstá demasiado viciado y no hay quien lo enderece. Necesitamos otro, desde luego. Por cierto, ya hace dos entradas que no puedo comentar en tu blog. :)
Eliminar