Dejó de sonar el último acorde de la última actuación del festival, por lo que regreso a mi bitácora y también a las vuestras. La máquina de escribir vuelve a arrancar y la pantalla del ebook se ilumina para reanudar las lecturas. Y cómo no, por poco que pueda, volveré a estar allí.
¿Cómo estuvo ese headbanging, mi estimado?
ResponderEliminarProlongado, Julio, prolongado, con pequeños ratos de descanso cervical.:)
EliminarBienvenido, Cabrónidas, ¿Qué tal fue? Por como terminas bien, bien.
ResponderEliminarEspera, que me pongo modo: vieja del visillo, una, que tiene su parte chismosa, ;)
Abrazos.
Hola, Irene. Estuvo muy bien, aunque cada año uno es más viejo y tiene que hacer más paradas entre concierto y concierto.:)
EliminarLa rutina diaria tiene su encanto, gracias a ella podemos disfrutar de esos momentos especiales
ResponderEliminarQué haríamos sin ella para que eso fuera así. Aunque sueño con que los conciertos y festivales sean rutina para mí algún día.
EliminarEspero que hayas vuelto con todas las neuronas, aunque sea un poco descolocadas ;)
ResponderEliminarQué grandes fueron los barón, lástima que no supieran irse con dignidad...
Creo poder decir que así ha sido. Ya solo puedo permitirme descolocarme un poco o nada.
EliminarHay mucho ego en los músicos, y mucho más grande que el propio legado que dejan. Que ya es decir...
Espero que lo hayas disfrutado, pero algo me dice que si jajaja a la carga de nuevo.
ResponderEliminarBuenas, Papacangrejo. No te equivocas, aunque el disfrute acorde con la edad, bebiendo tanta agua como cerveza bajo una sombra. :)
EliminarTienes tooooda mi admiración si con este calorazo además te has pasado varios días haciendo headbanging, tus cervicales deben ser a prueba de bombas ; ) Me alegro q además hayas disfrutado ...ya puedes ponerte el collarín jaja Un abrazo !
ResponderEliminarGracias, María, pero no hay nada que admirar. La clave está en que llevo muchos años de entrenamiento. ;)
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