Yo hice algunos trabajos en esas grandes casas de los altos barrios. Allí el sol siempre brilla y el cielo es azul, y nunca hay suciedad ni malos olores. Los ricachones salen a regar el césped cuando le han dado el día libre al servicio. A veces también salen montados en sus cochazos, o bien a correr a pie o en bicicleta. Alguno de ellos incluso con escolta.
Casi nunca hay polis patrullando, ¿te lo puedes creer? Quiero decir que de vez en cuando un par de ellos asoman la jeta, saludan al contribuyente con un cordial gesto de cabeza y se largan. Nunca pasa nada en esos sitios. Aunque estoy seguro de que a la primera llamada telefónica acudirían de inmediato con toda la artillería. Créeme, si yo hubiera nacido en un sitio así nunca querría irme.
Pero mira dónde estamos. Todo apesta y no parece que estemos bajo el mismo sol ni el mismo cielo que ellos, ¿entiendes lo que quiero decir? ¿Por qué crees que la poli nunca viene aquí a saludar con todo lo que hacemos, eh? Te lo voy a decir, joder. Porque trabajamos para los mismos peces gordos que ellos, ¿entiendes? Sólo que en la otra cara de la moneda.
Verás, acércate y mira a esos niños de ahí, ¿los ves? Están jugando en el sitio donde frieron a aquel par de polis hace una semana. Aquel par de cabrones se lo merecían, créeme. Llevaban pintada en la cara las ganas de jodernos. Creían que nos estaban vigilando pero era el barrio quien los vigilaba a ellos. Así es la vida en este puto estercolero si no quieres volverte loco.
Sí, chaval, yo era como esos niños de ahí. Mierda, no tenía ni puta idea de lo que estaba pasando. Y cuando lo haces ya es demasiado tarde para escapar de aquí. Bien, ¿tienes tu arma a punto? ¿Estás listo para tu primer día en el negocio? Pues vamos. Hay que mover la puta mercancía y se está haciendo tarde.
Nunca me canso de decirlo aquí o allí. Sólo hay dos naciones en el mundo, dos banderas, dos formas de sentir o de ser. Los ricos y los pobres. Y un argumento. Los ricos contra los pobres. O al revés, que también funciona. Y un mundo de desajustes en el reparto que generan mucha desgracia y mal ambiente. Y construyen estos ambientes.
ResponderEliminarEl reparto de la riqueza es desigual y así con todo, desde luego.
EliminarContra eso que comentáis nació el comunismo y cuando se llevó a la práctica política y ciudadana, no me refiero a la filosófica de Platón o Tomás Moro, ocurrió que volvió a pasar lo mismo, bueno, más decenas de millones de muertos.
EliminarP.S.: Por ejemplo, las estimaciones acerca de las muertes causadas por el régimen de Iósit Stalin en la Unión Soviética varían entre 8,5 y 51,1 millones, mientras que los relativos a la República Popular China de Mao Zedong oscilan entre 19,5 y 75 millones.
¡Coño, Tristán! Con lo ocupado que debes de estar manifestándote con los tuyos en contra de la amnistía, y has conseguido un hueco para comentar aquí. Ese gesto me ha llegado al corazón. El copia y pega de la wikipedia que has empleado dice la verdad. Ahora yo te voy a decir otra que no encontrarás en la wikipedia: el capitalismo con el que te deshaces de gusto, desde que existe, ya ha matado a más gente, de forma directa e indirecta.
EliminarLo que habría que hacer sería que los de los barrios bajos se mudarán en masa a los altos, que para eso tienen el mismo sol y el mismo cielo
ResponderEliminarY encima nos quieren hacer creer que todos somos iguales. Pero sólo cuando nacemos.
EliminarCabro, me trajiste a la mente la cinta surcoreana "Parásitos"... ese olorcito que mencionas , es el que desencadena más tarde el caos en la cinta citada... y no acaba bien...
ResponderEliminarY ahí te lo dejo.
Si, vi la película. Una buena película llena de contrastes. Y muy reales.
EliminarDe niña me comí el cuento de que todos éramos iguales, pero recapacité también de niña sobre ese tema. Lo que sí son iguales son las desigualdades y no me refiero solo a las socioeconómicas. En fin, su relato es casi casi cinematográfico y eso me gustó :)
ResponderEliminarEn un mundo ideal puede que sí fuéramos todos iguales. En real unos son más iguales que otros. Genial que te gustara.:)
EliminarNunca hemos sido todo iguales, ni lo vamos a ser. Deberíamos tener todos los mismos derechos, pero eso tampoco es cierto. Nadie elige donde nace y eso, aunque no siempre, define, si vas a tener más o menos difícil el camino. La desigualdad va in crescendo, porque no se pone límite a la acumulación de riqueza, por eso los de arriba arriba se están quedando con todo y cada vez hay más gente por abajo, sin nada. Lo que no merece nadie es que le metan dos tiros, eso ni por arriba, ni por abajo debería ocurrir, pero….tb ocurre.
ResponderEliminarClaro. Cómo no va a ocurrir: somos humanos.
EliminarYo que he tenido la oportunidad de siendo de "barrio" estar dentro se esos círculos sociales de la élite. Llegué pronto a la conclusión que a un lado u otro, lo más importante era ser yo misma y no perder el norte. En cuanto te dejes encasillar estás perdido. Existen las diferencias de clases, las injusticias sociales y la cara dura de quieres quieren suavizar las aristas. Yo me quedo con tratar de ser feliz al estilo propio sin que me afecte como es feliz (o con qué) son felices el resto. Al fin de cuentas el lugar más importante en el que hábito es mi propia cabeza y ahí solo hay un barrio.. el que yo decido crear. 😉 La música de orgasmo.
ResponderEliminarUno es quien es con sus circunstancias. Luego en base a ellas cada cual hace lo que puede, que no siempre es lo que quiere. Buen tema, sí.:)
EliminarCiertamente. A veces te toca nacer en un lugar
Eliminardonde ni Dios podria elegir... como esos bebés prematuros que se veían hoy en las noticias tratando de sobrevivir a una guerra que no les pertenece y la circunstancias propias de ser inocentes dentro del peor conflicto social de nuestra raza, el egoísmo cínico y extremista. Que complicado lo hacemos s todo al dividir .. con lo fácil que es sumar...
Lo más triste es que los de arriba se las apañan siempre para echar a pelear a los de abajo. Y mientras los de abajo muerden el anzuelo y se pelean entre sí, los de arriba se frotan las manos.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, y algo incluso peor: en los dos bandos hay gente que lo sabe y les da igual.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarOtro relato para reflexionar, ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos...
Un abrazo. :)
Sí, en según qué casos la línea entre bondad y maldad es muy difusa.:)
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