Yo soy aquel negrata
del África tropical
que esclavizado balbuceaba
la canción del Cola Cao
y como me ordena el hombre blanco
les voy a relatar
las múltiples cualidades
de este producto sin par.
Es el Cola Cao desayuno y merienda,
es el Cola Cao desayuno y merienda de mis amos,
Cola Caaaaaoooooo.
que esclavizado balbuceaba
la canción del Cola Cao
y como me ordena el hombre blanco
les voy a relatar
las múltiples cualidades
de este producto sin par.
Es el Cola Cao desayuno y merienda,
es el Cola Cao desayuno y merienda de mis amos,
Cola Caaaaaoooooo.
El racismo, el apartheid, la sebgregación qué vaina que áun tenga vigencia. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarLa versión oficial también es desafortunada.
EliminarLa de cosas que hemos cantado,leído (y no hablemos de visto en publicidad) que ahora reconocemos con ojos como platos.
ResponderEliminarNi que lo digas. Te paras ha pensarlo y sorprende, la verdad.
EliminarY ahora miras atrás y dices ¡Dios mío!
ResponderEliminarY los padres de los niños tan contentos. Tan solo una inocente canción.
EliminarLástima.. siempre dará lástima que suceda esto. Pero aquí estamos los que no creemos en censurar y amamos todo lo que produce el espíritu.
ResponderEliminarAy, la música escarapela la piel. Va a la yugular.
Además, yo siempre he sido de Nesquik. Qué bien que escuches la música.;)
EliminarY no te dejes atrás la canción de los conguitos (hoy subsaharianitos), en la misma línea que la del colacao: "Somos los conguitos y estamos requetebién, vestidos de chocolate, con cuerpo de cacahué"
ResponderEliminarSí, conozco la canción y también tuvo su correspondiente denuncia y demás.
EliminarMe esperaba que lo removiese utilizando alguna parte de su anatomia excesivamente desarrollada, pero me vale así :)
ResponderEliminarQué potente sonaba Hamlet antes de, bueno antes de dejar de serlo :)
Con esa canción de propaganda es normal que sea tan poco soluble.
EliminarSí, yo opino que este es el último gran disco cañero de Hamlet. Aunque lo que vino después es muy disfrutable y de gran calidad. Y en directo, jamás defraudan.