9/12/21

90. Adicciones

    Dos tercios de la población mundial, a falta de otra sustancia más cara por todos conocida cuando no hay billetes, se amorran al hocico trapos empapados en gasolina o disolvente. El resto beben sin tener sed. Yo, que soy más normal, solo me llevo a la nariz los libros vírgenes. Los Klínex no cuentan. Es lo que sucede cuando desde la tierna infancia lees cómics y libros de diversos géneros año tras año hasta el presente: que desarrollas una adicción que la mayoría de veces deviene en chifladura. En el peor de los casos incluso puedes llegar a tener un blog. A fin de cuentas, en un mundo de espanto la locura sienta mejor que la cordura y es más placentera.

    Como os decía, a los libros nuevos les arranco el cartón de embalaje y el plástico protector como si no hacerlo me fuera a matar, y luego, más calmado, los huelo durante unos minutos hasta agotar esa fragancia característica que desprenden. Incluso creo que a veces levito. Después, al goce olfativo, le sigue esa estimulante sensación física de progresión de la lectura al pasar las páginas hasta culminar en la última. Todo un ritual indescriptible. Es el mayor orgasmo que puedes tener sin correrte y estando vestido, aunque nadie dijo que no se pueda leer en pelotas. Ya os contaré llegado el verano. Por otro lado, no sé qué será de mí y mi adicción cuando ya no tenga metros cuadrados habitables en mi piso para almacenar los libros. Sé que ese día llegará y será horrible. Y no porque no tendré sitio donde poner los pies.

    Me da pereza ir a la biblioteca y no me veo olisqueando un ebook o una tablet.



22 comentarios:

  1. Oh, ¿solo compras libros? ¿Nada de ebook? Es que el olor a libro rompe cualquier esquema. No he conocido ningún adicto a ello, bueno, ahora sí y sí tienes un problema como nos suele pasar a muchos, que hay libros hasta en el baño y que sabes que tendrás que ser drástico algún día o mudarte y visitar tu casa como biblioteca.

    Vaya, cierras la adicción con "los reyes de la cerveza"... No está mal ese thrash metal como punto final.

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    1. Solo compraba libros. Ahora estoy mirando entre ebook o tablet. Antes de que acabe el año tendré lo uno o lo otro. Y claro, como Tankard, grandes del thrash alemán, son también adictos, aunque sea al alcohol y más concretamente a la cerveza, son los idóneos parrar ilustrar el post.:)

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    2. Prueba con el móvil... Bajas la app eboox para leer y el libro que te guste. Y ya si quieres un lector.
      Yo tengo hace muchos años el Kindle, pero hay tantos.

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    3. Creo que me decantaré por el ebook.

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  2. Estoy de acuerdo en eso de que tener un libro físico entre las manos es fantástico, como objetos manuales son de gran belleza AÚN si están medio rotos, si son viejos, destartalados, porque lo que contienen es el tesoro. Has descrito extraordinariamente ese orgasmo.

    Yo tengo otros orgasmos también con los e books. Sucede que me he querido adaptar, y con buen resultado, a estos tiempos. Ya no tengo espacio ni suficiente poder adquisitivo. Y créeme, lo gozo también mucho. Es cómodo y accesible, y las letras, las palabras, las historias también se paladean.

    La canción super a tono, como suele suceder.

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    1. Supongo que al principio me costará acostumbrarme a esa tecnología, pero no hay otro remedio. Y la canción, como todo lo que hacen estos músicos, es genial. :)

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  3. La locura de olfatear un libro nuevo no tiene parangón...

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    1. Sí, eso jamás te lo dará un cacho de plástico, por muy versátil que sea.

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  4. Te (os) cuento mi experiencia con los e-books. Tengo un amigo, lector empedernido, que se acabó pasando hace tiempo a los libros electrónicos, de forma entusiasta e incondicional. Al decirle que yo nunca lo haría pues el olor del libro de papel, su volumen, el color, el “ver” cómo vas avanzando en su lectura, eran para mí parte fundamental de la erótica de la lectura… me dijo: “Mira, cómprate un e-reader, bájate una novela de cualquier biblioteca electrónica y, sujetando el e-reader con la mano derecha, comienza a leerla mientras que con la mano izquierda sujetas un libro cualquiera de tu biblioteca para mirarlo y sumergir tus narices en él cuando quieras. Así no perderás sensaciones” Ahora soy un consumidor adicto de libros electrónicos y he descubierto la erótica del olor a plastiquillo.

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    1. Tomo nota, diego. Estoy ya (casi) mentalmente preparado para afrontar el cambio. No puedo dilatarlo más.

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  5. No hay nada comparado al placer de tener un libro en las manos: su tacto, su olor, su peso, el sonido de las hojas al pasar... Pero un ebook o una tablet son más prácticos por lo poco que pesan y la gran cantidad de libros que puedes tener almacenados.
    Yo era de las que decía que nunca tendría un ebook, hasta que me regalaron uno y pude comprobar las ventajas y desventajas. Durante un viaje se me rompió la pantalla y volví a los libros de toda la vida, y así sigo.
    De todas formas, déjame decirte que si ya disfrutas teniendo un libro entre las manos ahora, lo disfrutarás más todavía cuando leas en ebook y de vez en cuando vuelvas a leer uno de papel.
    Yo también soy de las que huele los libros y le tiemblan las piernas del gusto que se siente.

    Besos.

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  6. Los libros me eligen a mí y los miro de reojo, me hago la loca, paso de largo para comprar lo que necesito; pero ya el veneno lo llevo dentro. Ese guiño del libro es una conquista segura. Lo acaricio antes de salir, lo huelo también, hojeo un rato..., veo el grosor, la portada, la contraportada... Una voz me dice: "Que no, que no tienes sitio"; pero no puedo moverme de allí sin llevármelo y por el camino ya voy disfrutando de las horas que voy a pasar con él. Tengo ebook, he leído bastante en el, pero nunca sustituirá al libro de papel. No ves las páginas que te faltan, todo en él es plano y de la erótica de los preliminares, nada de nada.

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    1. Los que todavía no tenemos ebook somos una especie en extinción. Está claro que vino para quedarse, pero el formato físico permanecerá. Al final más en las bibliotecas que en las casas. Pero ahí seguirán.

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  7. Por desgracia me pasa lo mismo, ya no me queda un lugar donde poner libros físicos, sin embargo, mirarlos y saber lo que contienen me llena de alegría. A pesar de pasarme también al libro electrónico, por mas que lo intento no disfruto lo mismo, pero bueno, hay que reinventarse o sacar los pies por la ventana.

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    1. Exacto. Tarde o temprano somos esclavos de la tecnología. La comodidad tiene su precio.

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  8. Aquí se les dice tolvaneros u otros adjetivos.

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  9. Cambia todo, los materiales, la forma de producir... pero ese olor sigue siendo el mismo. Tiene que ser magia. Me dan igual las explicaciones científicas que me deis ahora para explicarlo... yo seguiré pensando que es magia. Y seré feliz. ;P

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  10. A mi me regalaron un libro electrónico y no logré acostumbrarme. El olor y pasar páginas es todo un ritual.Yo si falta espacio busco hueco, y hago columnas desde el suelo si fuera necesario, a veces he donado libros a las bibliotecas y así compro otros. Una que es una antigua. Pero que conste que lo intenté.
    .

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    1. Tú eres de los míos o yo de los tuyos. Al final, debo rendirme a la tecnología.:)

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