5/9/25

468. De noche por carreteras secundarias

    El problema de estar demasiado lejos de todo es que la tentación de no regresar jamás aumenta día a día. Aun así, como siempre, emprendí el regreso a la existencia que volvería a anularme.

    No tenía prisa por llegar, de modo que conduje de noche con la tranquilidad que ofrecen las carreteras secundarias, con la música del trueno a volumen subliminal y dejándome hipnotizar por la sobriedad de la calzada desierta.

    No me crucé con los perros del orden y la ley, afanosos de recaudar para el amo. Solo me crucé con un hombre solitario, ya mayor, que se detuvo en el arcén debido a su próstata y sus circunstancias. ¿Quizá él también trataba de ralentizar la inevitabilidad de su destino?

    El mío no era precisamente la ciudad de Las Vegas, allí donde Raoul Duke y su abogado Dr. Gonzo vivieron una enloquecida travesía de miedo y asco. Y si bien no dispongo del incendiario contenido del maletín que los acompañó en tan onírico viaje, yo también diviso a los murciélagos. Cientos y cientos de ellos aleteando frenéticos en el horizonte iluminado por la luna.

    Supongo que regresar no me da miedo, pero sí cada vez más asco.




10 comentarios:

  1. También tengo un tramo de carretera secundaria para ir al trabajo, nadie quiere volver, pero no queda otra, ;) Tú lo has escrito hasta poético.
    Ánimo, Cabrónidas. Nuestro camino en ese sentido ya está más que establecido. A no ser que uno de esos murciélagos te muerda y termines siendo Morbius.
    Abrazos.

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    1. Las vacaciones cada vez se hacen más cortas, y las ganas de no regresar se fortalecen. Toda una encrucijada. ;)

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  2. Leyéndote me da la sensación que me he perdido algo. Yo no iría por carretera secundaria, me aterran, demasiada ficción.

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    1. Hola, Aina. Te aseguro que si tienes a bien clicar los enlaces de la entrada resaltados en negrita, esa sensación desaparecerá. Si no toda, gran parte de ella. En cuanto a las carreteras secundarias, tienen muy mala prensa, pero son muy tranquilas... O no. ;)

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  3. Una carretera secundaria que bien podría tener sorpresas, parece invitar a los murciélagos vampiros. Un placer leerte. Saludos

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    1. Hola, Nuria. Es en la tranquilidad de las carreteras secundarias, bien entrada la noche, cuando hay visiones y ciertas manifestaciones. O quizá solo son producto del ánimo. El placer es mío de verte por aquí. :)

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  4. Mientras lo de volver me muestre un atajo por siniestro que sea... no me lo pensaría.
    Kamikaze llámame, es lo que hay.

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    1. Menos mal que me quedan dos veranos para jubilarme, porque sino creo que no volvería. :)

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  5. no soy un Anónimo, soy la Zarza... bloguer sigue castigándome... lo lamento.

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    1. Como blogger no lo lamenta, tú tampoco lo hagas. :D

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