Ahora pronto, las mismas personas que, mediante la queja, nos recuerdan durante todo el invierno el frío que hace, por si no lo sabíamos, también nos recordarán, del mismo modo, el calor que hace en verano. Menos mal que cuando llueve, aun siendo abanderados irritantes de lo obvio, se abstienen de expresar lo mucho que moja el agua.
Ahora pronto, varias mentes poseedoras de una bitácora apagarán el flexo del escritorio y le darán la espalda a la máquina de escribir porque se irán de vacaciones. De vacaciones de sus bitácoras, para ser precisos, cuando yo anhelo que lleguen esos días de libertad para disfrutar de la mía tal como me gusta.
No quiero decir que la actualizaría cada día si no trabajara. Dos veces por semana durante todo el año es un ritmo de publicación aceptable, al menos para mí. Pero sí procuro escribir cada día si el puto trabajo me lo permite, aunque el material que surja sea más apto para la paz del estiércol que aprovechable.
El día que no escribo me resulta frustrante, dado que me siento como si me quedara con hambre o sed; con sueño o deseando correrme cuando tu pareja ya lo ha hecho tres veces y desea que acabes. No hay realización ni consumación: tan solo la sensación de lo inconcluso, de que algo queda por hacer por encima de todo después de tus necesidades vitales.
Quizá no sea muy normal, pero así es. De modo que, ahora pronto, empezaremos a no ser tantos por estos parajes cibernéticos, salvo los obsesionados e inagotables de siempre, aunque nadie nos lo pida. Y lo entiendo, claro: el amor al arte (sea lo que sea eso) no nos golpea a todos por igual, y cada uno tiene sus prioridades y su propio tempo.
Ahora pronto, por estos territorios, empezará a instalarse cierta inactividad.
Supongo que es normal, a veces tenemos que alejarnos un poco de lo que somos. Vernos, por decirlo de alguna manera, en otros espejos. Lo bueno es que casi siempre volvemos, ¿verdad?
ResponderEliminarLo que somos nos seguirá siempre allí donde nos alejemos, pero entiendo lo que quieres decir. Yo creo que ya no puedo dejar de ser lo que soy. De todas formas, el que se aleja de un sitio, por fuerza, llega a otro.
EliminarBuenas Cabrónidas!
ResponderEliminarEs verdad que llegamos a un punto que nos quejamos del frío, del calor y de que el agua moja. De hecho en algunos sitios, donde hace mucho viento y es inútil acarrear un paraguas, hasta puede que moje más. También están lo que se quejan de los lunes jajaja
Bueno, yo te leo y asiento con la cabeza, porque algunos esclavos hasta las vacaciones tenemos bien dosificadas, pero aunque me soltaran de golpe un calendario entero, seguiría escribiendo mis chorradas y leyendo vuestras historias, porque por si no lo sabes, esto pica si no rascas, y entonces ya tendríamos otra excusa para quejarnos.
Y si quedan menos, seguro que estaremos los de siempre, los que no podemos evitarlo, los que escribimos cosas aunque no haya nadie leyendo, con chiringuito o sin chiringuito, dando por saco por la mañana o por la noche..luego ..no te quejes
Saludos de una esclava dosificada
Hola, finil. Ya sabes, mis quejas son muchas, pero nada obvias aunque salten a la vista con tal de que se mire un poco. Asi que nos leemos... ¿sin parón añadido? :)
EliminarLo dudabas?.. Tu pon una diana ahí..que le tiramos los dardos
EliminarEstoy de acuerdo Cabronidas, cada uno tiene sus prioridades y emplea su tiempo como le viene en gana. Allá cada cual con su gestión.
ResponderEliminarMe gustó tu texto.
Un abrazo
Hola, Nuria. Me alegro que así sea. Bien pensado, no acaba de cuadrar del todo que tengamos que hacer vacaciones de algo que nos apasiona. Será que soy un apasionado. U obsesionado. :)
EliminarApasionado diría yo. Yo tampoco hago vacaciones de lo que me apasiona, las uso para hacerlo mas.
ResponderEliminarUn besazo!
Debe ser que estamos en la misma vibración, en cuanto a este medio se refiere. ;)
EliminarSomos del mismo planeta. Me imagino que te pasa como a mí, que el 70% de mi blog está en los borradores, sin publicar xd
ResponderEliminarSí, ahí en borradores si que tengo materia esquizofrénica a raudales. :))
EliminarHola, Cabrónidas, pues eres como yo entonces, deseando que lleguen las vacaciones para poder escribir más... Mis vacaciones son la escritura, si esta la puedo practicar en la playa, mejor, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
Hola, Merche. Parece que no somos pocos los que no hacemos vacaciones de nuestro propio blog. Otro para ti. :)
EliminarHola Cabronidas, bueno vamos a partir de que la gente se queja por todo, hasta de que el agua moja, jajaja.
ResponderEliminarSupongo que cada cual gestiona su tiempo como puede. Yo personalmente por todas las ocupaciones que llevo en danza, en vacaciones es cuando aprovecho más para escribir, es cuando más tiempo tengo realmente.
Un abrazo y no te quejes de que te asfixio😉😂
Hola, Dakota. Ahora recuerdo esa frase que dice: trabaja en algo que te guste y no tendrás que trabajar ningún día de tu vida. Pero no se puede vivir de un blog personal. Otro para ti. :)
EliminarJejeje, yo al final siempre vuelvo a mi blog de origen ...y sí, conozco de primera mano esas sensaciones de las que hablas sobre escribir.
ResponderEliminarVolver a los orígenes debe ser algo así como volver a lo auténtico. :)
EliminarBueh, odio las generalidades... durante décadas antes de que blogger cayese en su decrepitud actual inclusive éramos muchos/as/es a escribir barbaridades durante el verano y no sé tampoco cuántisimas entradas le dediqué a la lluvia... ya que en París aguas mil ;) En fin que lo de generalizar no me gusta nada, y en cuanto a lo de escribir, cada cual que lleve su ritmo, o no? Aynss, Cabrónidas mira que te gusta el lío :))))
ResponderEliminarJa, ja, si no dices nada que no haya dicho en la entrada. Estamos de acuerdo, con o sin lío, estamos de acuerdo. :)
EliminarYo (por suerte en mi caso) pertenezco a la grey de los jubilatas. En otras palabras, mi flexo sigue encendido, mis vacaciones son ya eternas. Es más, lo encendí cuando me jubilé al poder disponer al fin de pluma, papel y tinta a mi antojo. Otra cosa es que acudan la ideas. Pero también lo tengo solucionado. Si no acuden, repongo el capuchón a la pluma (estilográfica, siempre, soy un nostálgico) y cierro el cuaderno, no hay que amargarse, hay muchas otras satisfacciones en la vida.
ResponderEliminarAhora pronto espero que, como dices, no te alcance la inactividad estival, eres uno de mis diez blogueros escogidos, aunque a veces tenga que bajar el volumen de mi ordenador para escuchar tu música 😊
Un abrazo, Cabro. Y no pares.
Buenas, diego. Por el momento, tengo motor y combustible para no parar y seguir en esos diez escogidos. ;)
EliminarComparto la realidad de la vacacionitis, que como todo lo que acaba en "itis" tiene sus consecuencias. Mi blog seguirá activo hasta esa semanita de todos los años en que lo desconecto todo, hasta mi neurona, a la que tengo mucho cariño y la llamo Gloria y todo.
ResponderEliminarNecesito seguir contando historias o reflexiones. Eso me da la vida, junto a mi familia, y aunque me lo pase pipa con las vacacionitis de una semana, anhelo cada día volver a ponerme al día, valga la redun no se qué.
Un abrazo, compañero de letras que buscan un autor.
Una semana de vacaciones apenas te permite desconectar del trabajo. Pero bienvenida sea, ¿no? Los hay que no desconectan nunca, pero será que les gusta. Otro para ti. :)
EliminarNooo, nooo :(
ResponderEliminarNo me voy, se lo aseguro a usted y a lo más sagrado. O a lo más impío. :)
EliminarTambién intento escribir todos los días, aunque el puto trabajo no me lo permite siempre.
ResponderEliminarHace tiempo que siento que el día en que no puedo escribir, aunque haya hecho miles de otras cosas, es un día perdido.
Después de varios años de forzarme a actualizar el blog tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes/sábados), llegué a la conclusión de que una vez a la semana está bien para mí. Y al que no le guste, que no comente y ya.
Saludos desde el húmedo otoño meridional,
J.
Ja, ja, José. A ese respecto casi parecemos gemelos. :)
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