Todos en la ciudad conocen la existencia del vertedero del extrarradio. Cualquiera que circule por la carretera comarcal en dirección al polígono industrial, justo en el kilómetro siete, no tiene más que mirar a la derecha y un poco hacia abajo para apreciarlo en toda su magnitud. A pesar de sus 7.550 metros cuadrados, desde ese punto concreto tampoco es que parezca gran cosa. Pero no está nada mal para un lugar, antaño salubre, del que muchos decían que no llegaría a convertirse en lo que es ahora.
El vertedero del extrarradio tiene la singularidad de que, en sus cordilleras residuales de abandono, las montañas de la izquierda se erigen en una gran variedad de escombros, mobiliario y aparatos eléctricos. Mientras que las de la derecha se alzan en toneladas indecentes de bazofia, juguetes de todo tipo y toda clase de plástico. Nadie sabe el porqué de ese orden en un caos de inmundicia, pero sigue respetándose desde el principio.
Como es lógico, en ese ecosistema ruinoso de zonas contaminantes que humean, también proliferan nubes negras de moscas en constante agitación y cientos de ratas de tamaño gatuno, por horror y desgracia del inagotable bufé libre que disponemos para ellas sin vergüenza alguna. A fin de cuentas, el vertedero del extrarradio es el destino último de todo lo material que ya no se quiere.
El lugar idóneo para quienes necesitan desembarazarse de cualquier cosa lo antes posible, sin tener que responder a preguntas incómodas.
Cualquier cosa.
El vertedero es el gran símbolo de nuestra civilización, un lugar infecto donde acaban desde los libros de poesía hasta las bolsas de pienso para perros celiacos
ResponderEliminarSí, hay de todo en el vertedero; es como un bazar chino pero con más género.:)
EliminarCualquier cosa que ya no se mueva, no vaya a ser.
ResponderEliminarClaro; primero hay que dar matarile.:)
EliminarUn lugar donde desterramos las cosas que no queremos y que se pudren sin remedio y en que lo hacemos, además, ordenando las cosas por su origen... sí, así funciona el cerebro de muchas personas, como un vertedero ;)
ResponderEliminarQué somos, sino grandes generadores de vertidos.:)
EliminarCabrónidas. Imagino un escenario en donde seres, que se han venido formando a partir de nuestros desechos orgánicos, saldrán del vertedero e invadirán la ciudad hasta dar con sus creadores (cualquier ciudadano de a pie) para honrarlo como su creador o matarlo, precisamente, porque es su creador. Más saludos.
ResponderEliminarJa, ja, se podría escribir una entrada al respecto. Parece que no, pero da para mucho el vertedero.:)
EliminarUn cementerio de desechos, de todo lo que deja de servir, quien sabe lo que se puede llegar a tirar, dice la leyenda que todo vertedero tiene sus fantasmas... ahí lo dejo🫣
ResponderEliminarUn abrazo Cabronidas😉
Sí, incluso creo recordar que vi una película que era eso mismo. Pero los fantasmas no eran niños... Otro para ti.:)
EliminarY no te olvides de algunas gaviotas, que han olvidado su origen y costumbres marinas y ya se `pasan todo el año comiendo la mierda que les suministramos cada día en los vertederos. Pero no culpemos a los vertederos, los culpables somos los homo sápienes que no sabemos gestionar nuestros residuos :)
ResponderEliminarEl reino animal no tiene la culpa, desde luego. Bastante tiene con tener que convivir con la raza humana.:)
Eliminar''Hay gente que hasta en la basura encuentra tesoros''. Eso me lo dijeron a mis escasos 13 años y se me quedó grabado en la mente y su cuento me lo ha recordado :)
ResponderEliminarAlgo relacionado con eso iba a comentar yo, que entre tanta inmundicia, seguro que hay quien podría encontrar cosas útiles. :)
EliminarSí, yo también creo que se pueden encontrar cosas que funcionan y en un estado aceptable, simplemente tiradas porque están obsoletas.:)
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