Da igual cómo lo llamen. Si Mosh Pit, Circle Pit o Wall of Death. En los treinta y tres años que llevo de conciertos —ya sean aislados o en festivales— he presenciado cientos de esas manifestaciones brutales, intensas y sobrecogedoras.
Cuando era joven también participaba y siempre cumpliendo las reglas. Primero: nadie mete a nadie en la vorágine a traición. El que se mete es por voluntad propia y sale del centrifugado o colisión humanas cuando quiere. Segundo: si alguien cae durante la barbarie no pasamos por encima ni lo barremos cual despojo: levantamos el cuerpo, comprobamos que sigue con vida y lo apartamos (todo eso en pocos segundos y a la carrera).
Lo antedicho, con según qué grupos ese respeto por la vida y la integridad física no se da como debiera, pues se desata una especie de Capoeira letal cuya premisa es: si te metes, tú mismo. Es tal el nivel de salvajismo, que a veces el cantante ha de intervenir para apaciguar a las bestias. Sobre todo ocurre en salas pequeñas convertidas en ollas de presión.
Pero lo que entraña verdadero peligro es cuando estás en el supermercado en hora punta, y una cajera anuncia, sin mirar a nadie en particular y con el miedo en los ojos, que nos pongamos por orden de cola en la caja que va a abrir.
Ahí no hay quien te salve ni camaradería alguna.
Cuánta razón llevas. Sacamos la peor mirada y el pensamiento pendenciero.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día
Y total, si solo se trata de pagar la compra. Igualmente, Auroratris.:)
EliminarAsí son los conciertos, sí. Yo ya no tengo edad para estar tan asilvestrada. Grada que así también veo algo, porque ahora hay que sumar que todo el mundo está con la mano arriba y el móvil y yo no veo nada de nada entre la barbarie.
ResponderEliminarEn la cajera del supermercado... ahí sí, soy lo más. Cosas de la edad.
Bss ;)
Para todo hay que ir dejando paso a las nuevas generaciones, que al mismo tiempo, también son las que graban y fotografían todo.:)
EliminarPrefiero mil veces meterme en un pogo aunque nunca me gustaron que cambiarme con mi carro de fila en la caja. Hay mas respeto chocando los unos con los otros en un concierto a lo bestia que en ese cambio sutil de segundos.
ResponderEliminarUn besazo Cabrónidas!
Hola, Morella. Así es aunque pueda no parecerlo.:)
EliminarNunca he vivido la experiencia de ese tipo de conciertos, pero por el video que cuelgas me hago una idea, ahora bien, con lo único que imagino se semeja un poco, no es con el cambio de fila en la caja, más bien con el primer día del inicio de unas rebajas que tampoco he vivido, pero se le debe parecer bastante más : )
ResponderEliminarSí, también debe haber más que cierta semejanza.:)
EliminarNinguna convención social se respeta en lugares como esos, nunca, jamás, ni siquiera por error.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hola, José. Los supermercados son auténticos campos de batalla donde no hay amigos.:))
EliminarNo he participado en una de esas en conciertos, pero en el súper es raro que no lo viva cada semana. Y da igual si es para coger el último paquete de croquetas con etiqueta de oferta por caducidad, la barra de pan con ingrediente secreto que crea adicción o en la caja. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Dorotea. No hay duda al respecto: el supermercado y similares son los auténticos campos de batalla, donde solo el más fuerte se hace con el último paquete de galletas integrales, y se sitúa primero en la caja de cobro.:))
EliminarOsti he flipado con el vídeo! No, nunca fui ni iría a un concierto así. He ido a pocos conciertos, me di cuenta que tengo fobia a lugares donde se concentren muchas personas y pueda haber alguna movida...este video me da canguelis...
ResponderEliminarSabes, aquí la gente es muy respetuosa de las filas, en cualquier lugar, hasta en la parada de Bus. Parece hasta raro😊
Piensa que en todos esos conciertos, el que está en el meollo es porque quiere. Tú puedes verlo desde la retaguardia. O muy de cerca, sin que te lleve la corriente.;)
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