Un mamarracho acuchilló a una chica, en un parking exterior aledaño a una zona residencial. Toda la comunidad de vecinos, agrupada como una sola voz y una sola persona, se escandalizaron, pues el que más y el que menos conocía al homicida y a la víctima. Pese a que todos somos cobardes y nos ocupamos de nuestros propios problemas, y los ajenos los miramos de refilón y con fingido interés, gracias a la increíble valentía de un vecino se detuvo al malnacido. Como es normal y cabe esperar, la vecindad expresó su repulsa en airadas exclamaciones: «¡Hijo de puta! ¡Asesino! ¡Por Dios, si es que se veía venir!».
La chica murió y como ya se sabe, las palabras no resucitan a los muertos y muertos se quedan. Como manda un protocolo no escrito, toda la barriada se solidarizó de buena fe en un acto mezquino y morboso, pero no por ello malintencionado. En silencio y cabizbajos, adoptaron rasgos de pesadumbre y tragedia. Se depositaron flores en el lugar del acuchillamiento y se encendieron velas sobre la sangre seca. Entre sollozos y expresiones de dolor, se prometió por siempre mantener vivo su recuerdo.
Sí. Ya. Claro.
Se acercan las fiestas del barrio y el aparcamiento exterior donde ocurrió el asesinato, es el lugar donde montan la verbena. Ya nadie llora y la amargura se ha esfumado dando paso a la predisposición al festejo. Ya nadie sustituye las flores que marchitas desde hace días y días, se las ha llevado el viento. Ya nadie enciende las velas para mantener viva la llama del recuerdo de aquella chica. Total, ¿para qué? Los que todavía quedan olvidan pronto y hay que seguir viviendo.
Donde el cuchillo se ensañó con la carne de una inocente, reirán los vivos y bailarán los borrachos.
Me recuerda muchísimo a lo que siempre decimos sobre la fama, que cuando falleces todos dicen que eres muy bueno sale en todos los medios y se hacen homenajes pero pasados los años ya nadie se acuerda de nada y es vago recuerdo en algún rincón de los corazones de familia que carga con el pesar. Pero lejos de fama y gloria, me apena que cuando una persona fallece, se le dicen las alabanzas de todo tipo y mientras estuvo vivo, nadie le miraba, le hablaba, le valoraba, o simplemente le dijo un "cuenta conmigo" cantantes como Amy whinehouse que yo creo que si hubiera tenido una amiga que la reconduciera, o Michael Jackson, que hubiera tenido un padre más amoroso, o Kurt Kobain, si hubiera tenido a alguien que le hubiera puesto los puntos sobre las ies, y le hubiera mostrado el lado bello de la vida... OTRO GALLO CANTARÍA. Entramos en la zona que quiero hablar, hay una nueva sociedad que se cierne a la happylandia de la hiprocresía por doquier, creo que ahora más que nunca, habría que humanizarnos de verdad, ser solidarios en vida, y apreciar a aquellas personas que estan a nuestro alrededor en este momento, en el ahora. LUEGO, YA ES DEMASIADO TARDE. Además que, deja un buen sabor de boca ayudar a los demás, ser útil para alguien, ver que esa persona se da cuenta que no es un error en la vida o qué se yo, si ayudarle a salir de una situación traumática y dificultosa. Pero la sociedad, busca no complicarse la vida, el lema es "Mientras no me toque a mi..." y así vamos, que mientras no me toque a mi, no sentiré empatía ni me preocuparé por el alrededor. Hasta que me ocurre algo. ¿Realmente hay que llegar a tales extremos? Sinceramente, el ser humano, aprende tarde y mal.
ResponderEliminarY a veces ni aprende.
EliminarSiempre se ve venir, pero nunca se hace nada. Los lloros a la victima y los insulto al asesino se acaban convirtiendo en humo.
ResponderEliminarCierto. Y solo queda seguir viviendo.
EliminarDos veces me ha tocado tener que llamar al 112 avisando que se estaban produciendo malos tratos y bueno, espero no tener que volver a vivir una situación así.
ResponderEliminarLos seres humanos por lo general somos un asco.
Una reacción a tiempo puede suponer la vida o la muerte. Si es lo segundo, hagas lo que hagas ya no vale nada.
EliminarLucidamente lúcido.
ResponderEliminarSeguiremos por ahí.
EliminarEs la forma que el ser ¿humano? tiene de lavar su (mala)conciencia. Luego ya, lavada la conciencia, a seguir bailando. Como dirían algunos: la vida es así. Desgraciadamente, para unos mejor que para otros.
ResponderEliminarPero sabemos que la vida no es así en cuanto un humano le quita la vida a otro ser. La vida no es así. El ser humano es así.
EliminarEs triste que se quite la vida a alguien, triste también que se nos olviden los muertos.
ResponderEliminarSon recordados por sus familiares y seres queridos. E inevitablemente, también tienen que seguir viviendo.
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