Entré en la galería de arte abstracto porque la entrada era gratuita y no tenía nada mejor que hacer. Al pie de cada una de aquellas acuarelas, una cartela indicaba quién era el autor, el título de la creación y su significado. Sin embargo, no había relación alguna entre lo que exhibían los lienzos y lo reflejado en las cartelas.
Me dijeron que el arte abstracto se trata de una cuestión de percepción, en la cual el espectador tan solo tiene que elaborar su propia interpretación sobre lo que está contemplando. Si eso es así, las explicaciones están de más, además de que se hace muy difícil tomárselas en serio si las lees y luego contemplas las obras. Sería más serio y creíble que el autor dijera que ese es su puto cuadro y que cualquiera lo interprete como le salga de las pelotas.
Como no podía ser menos, tampoco faltaron los elogios displicentes sobre el equilibrio de las masas de color, la composición de las formas, la armonía cromática y el contraste de no sé muy bien qué como contrapunto, ja, ja, ja, ja. No pude evitar replicar que el ser humano de creativo no tiene nada. Que, como excelente copión, tan solo es recreativo y que solo Dios (para el que crea) o la Naturaleza (por la que me inclino) lo son.
Como podéis intuir, no hice amigos en la galería. Aunque tampoco los culpo y no son los únicos flipados. Fijaos, por ejemplo, en lo que se dio a llamar arte conceptual. Todavía hoy cientos de gilipollas pagan, y hacen cola a diario, para ver una firma estampada en un puto urinario de porcelana expuesto del revés.
¡Buenas, Cabrónidas!
ResponderEliminarMe has hecho soltar la carcajada. Esa frase tuya de que sería más serio que el autor dijera «ese es mi puto cuadro y que cualquiera lo interprete como le salga de las pelotas» resume perfectamente todo el asunto. No hay mucho más que añadir.
Al final, yo creo que la cosa es así de simple: o algo te atraviesa o no te atraviesa (o sea, que te transmita algo o no). Todo lo demás —el equilibrio de las masas, la armonía cromática y el contrapunto ese— a menudo no es más que un andamio de palabras para intentar sostener un vacío. Un artificio, no arte.
Y lo del urinario... y permíteme que copie un poco tu estilo, creo que lo parió un nihilista con carné de artista contemporáneo y complejo de uretra. Porque ya no se mea para vaciar la vejiga, se mea para llenar galerías. Lo que son las cosas...
¡Un fuerte abrazo, compañero!
Al menos Duchamp tuvo el mérito de ser al primero en la historia al q se le ocurrió provocar e ir contra corriente elevando un urinario a la categoría de obra arte ...Después de él, tienes razón ...la creatividad brillo por su ausencia y lo q primó, en general, fue el mercantilismo de los marchantes y las cajas registradoras : )
ResponderEliminarHola, Cabrónidas, sí, hay mucho arte abstracto que más que arte es tontuna, peeeero, para gustos colores, como se suele decir. Allá cada uno con su conciencia y con su locura, claro está.
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗