La Madre Que Parió Al Pato Negro

    ¡Eh, tú! Ahora que estamos en la semana en la que profesas amor, paz y buenos deseos para el prójimo, que no sea solo porque es lo que t...

    Después de tres o cuatro días de borrascas reparadoras, las calles húmedas despiden un brillo correoso al contacto intangible de la luz ...

    Cuando los veo caminar, me veo a mí mismo dentro de unos años. Transitan a la velocidad de la ultralentitud, agarrados a un brazo joven ...

    Yo, pese a mi descreimiento generalizado, creía en Muerte. Pero mi fe en ella se ha debilitado, porque se ha llevado —y en tan solo dos ...

      Entré en la iglesia de piedra cuando ya era de noche. El interior estaba levemente iluminado por la temblorosa luz de unas velas dispu...

    Supongo que cualquiera de los que vivimos en un bloque de pisos tenemos vivencias, risibles o no, de lo que acontece en las reuniones co...

    Después de treinta años de inactividad, un mal africano que se creía erradicado asola de nuevo a nuestros jabalíes y gorrinos. Esta vez,...

    Mi destino fue que de adulto me ganara la vida en las profundidades de la Tierra. No rockeando en la radio ni en un vídeo por haber tri...