La Madre Que Parió Al Pato Negro

    Durante estos días, si me buscas, me encontrarás callejeando con paso apresurado justo cuando anochece. No sé andar de otra manera por m...

    Lo sé, lo sé. Sé que no tendría que alargar más el chicle. Las segundas partes nunca fueron buenas, y esta seguramente no lo es, aunque ...

    Rogelia había dedicado varias horas de trabajo a la narración que iba a presentar al concurso literario del que era aficionada. Sentía q...

    Los caminos de Subnormal 3.0 y Retrasada 3.0 se cruzaron un sábado noche en una discoteca de las afueras de la ciudad. Y como sintier...

    Los buenos tiempos de Drácula quedaron atrás hace siglos, cuando la identidad de género obedecía al catolicismo. Entonces todo era blanc...

    No puedo evitar ser escéptico o pesimista —como tú prefieras— respecto a la palabra paz.  Ya sabéis, ese estado que tan mal se nos da de...

    Aquella remota noche de octubre, el Peluca y Dieguito le habían dado al ácido más de lo acostumbrado, por lo que decidieron llevar a Far...

    Seáis o no seáis unos membrillos, sé que sabéis que el veranillo de San Miguel ha finalizado y que tampoco tiene que ver con la marca de...