Respira hondo cuando salgas a la calle. ¿Lo hueles? Yo lo huelo incluso dentro de casa. Se cuela por los respiraderos, debajo de las puertas y por la ranura de la cinta del recogedor de la persiana. Incluso se abre paso a través de las cubiertas de los altavoces de la televisión y la radio si no las apago.
Hasta la jodida Alexa, que no tengo, lo huele.
Es una sensación olfativa que se manifiesta en diciembre año tras año y produce en la ciudadanía sentimientos dispares. Si lo sientes como un aroma, augura reencuentros y alegría. Para quien lo considera peste, preludia hipocresía y tristeza. ¿Es que no lo oléis? ¡Se está acercando!, ¡se está acercando!
Cada año me cargan más .
ResponderEliminarEs que el bombardeo lumínico y propagandístico empieza muy pronto. :)
EliminarJajaja, apesta para unos, perfuma para otros. A mí me da un olor a niñez, a hogar y a familia y muchos amigos, que ya no tengo ni la niñez, ni aquella familia. Pero sí el hogar y una nueva familia, incluyendo a personas por blog, como tú, si lo permites.
ResponderEliminarAbrazo and Jingle bells 🎼 solo joder, pues detesto los villancicos y a Frank Sinatra.
También es olor a días de vacaciones, que no está nada mal. Intentaremos no caer en el exceso y ser una gran familia, que como dice Dominic Toretto, es lo más importante. :))
EliminarSe huele, sí. Y cada año es más fuerte.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Sin perder un ápice de consistencia. :))
EliminarAy qué pereza. Este año ha sido ¿ya, otra vez? Me ha pasado volando
ResponderEliminar"Jiede" que decimos por acá
Besitossssss
Hola, lopillas. Llega tan rápido como pasan las vacaciones, ¿verdad? :)
EliminarCreo que si las navidades se limitasen a empezar el día de la navidad y acabar en reyes, hasta podría negociar con ellas un pacto de no agresión. Pero las navidades parecen estar en manos de Putín, se quiere anexionar todo el calendario...
ResponderEliminarNo estaría mal lo que comentas, teniendo en cuenta que los estímulos navideños, vengan de donde vengan, empiezan a mediados de noviembre.
EliminarSe pierde todo el encanto, si es que alguna vez lo tuvo, claro...
EliminarYo hace tiempo que decidí no enviar mensaje navideño ni felicitación a quien no se ha acordado de mi en todo el año y se han revelado cosas interesantes, digamos que mi lista de amigos se ha reducido aún más jajajaja
ResponderEliminarEso es bueno, Papacangrejo. Te has desprendido de lo que no te sirve y eso ha propiciado que te quede lo que es bueno para ti. ¡Buena decisión! :)
EliminarHola, Cabrónidas, sí, huele ya demasiado pero desde hace un mes por lo menos... Pensaremos en las vacaciones, porque otra cosa...
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗
¡Hola, Merche! Con las vacaciones nos basta y nos sobra. ¿Acaso hay algo mejor para los que tenemos que trabajar? Otro para ti. :)
EliminarCuando era niña, me parecía que había un olor característico relacionado con la Navidad. Al crecer perdí esa sensación. Hoy en día para mí, este mes es el mes de los excesos, de las compras, de la hipocresía y nada más. ¡Ah¡ también cumplo años. Muy buena reflexión Cabrónidas. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana. Por tu comentario, no cabe duda de que no es olor a Navidad lo que hueles, sino peste, ja, ja, ja. Celebro que te guste la reflexión y felicidades.
EliminarYo tengo poco olfato, así que ese aroma-tufo del que hablas no me afecta mucho. Sí algo me llega, aguanto la respiración hasta que pasa el hedor
ResponderEliminarPero, Chafardero, cómo vas a hacerlo; ¡si esto no acaba hasta el día siete de enero!, ja, ja, ja.
EliminarMientras te leía, pensé que te referías al Pan de Pascua, un queque que es típico comer por estas fechas, o sea, todo diciembre. Ah, tendrías que ser chileno para cachar, ¿cachái? Jaja Va un abrazo.
ResponderEliminarHola, Julio. Todo diciembre y la primera semana de enero. Toda una maratón. Otro para ti. :)
EliminarPues yo me niego a que jodan las navidades. Son las fechas que más me gustan y ni el puto consumismo, ni las desgracias que acontezcan van a hacer que cambie mi modo de sentir estas fiestas. 😉
ResponderEliminarSon para ti puro aroma...;)
EliminarNaaa... en verdad estoy muy jodida. Pero no lo larges por ahí, jejeje. Y justo por eso me niego a que también me jodan las navidades. Es el último resquicio de buena persona que me queda. El lugar y el tiempo donde los recuerdos de infancia, familia y valores aún conservan la esperanza. Por mucho que la realidad sea una puta mierda, no quiero que esa parte de quien soy se vaya a tomar por culo.
Eliminar¿Te puedes creer que casi soy capaz de recordar el aroma de la cocina de mi abuela por estas fechas ... y eso que han pasado casi cuarenta años? Es que me niego a que me revienten eso, algún día seré yo la abuela y quiero crear recuerdos de navidad así en mi prole. Para que cuando el mundo les reviente sus expectativas tengan un lugar aunque volver y respirar... ay Cabrónidas ojalá fuera un aroma más puro... pero lo contaminamos tanto.
Beso!